A tan solo cinco días para la toma de posesión del nuevo gobierno de Honduras, a realizarse este sábado, la expectativa crece. Hasta el momento las autoridades no han confirmado el lugar exacto donde se desarrollará el traspaso de mando.
A la cita están invitados cuerpos diplomáticos y mandatarios, entre ellos se espera que acudan los gobernantes de países vecinos.
Con Centromérica Honduras comparte ciertas similitudes en sus ceremonias de traspaso de mando, así como algunos elementos distintivos.
Para el caso en Guatemala la toma de posesión se efectúa el día 14 de enero del año siguiente al de las elecciones presidenciales.
Después de una sesión solemne donde se instala el nuevo Congreso, todo el cortejo oficial se trasladará al Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias, para investir al mandatario electo en compañía de delegaciones e invitados especiales.
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El Salvador, por su parte, el magno evento ocurre el 1 de junio. Mediante un acto, que es realizado en las instalaciones del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), se da por iniciado el nuevo gobierno.
Por la tarde, en la plaza cívica, en el pleno corazón de la capital salvadoreña, se realiza la celebración popular, lugar donde el nuevo mandatario reitera su discurso.
En el caso de Nicaragua, quien no ha cambiado de mandatario en los últimos tres períodos, las tomas de posesión se realizan el 10 de enero en el Estadio Nacional de Beisbol.
Podemos destacar que los nicaragüenses parecen tener un serio problema al momento de imponer la banda presidencial.
En la asunción de 2001, la banda presidencial era muy corta, tanto así que no alcanzaba a ser abrochada en su extremo inferior, pese a que el presidente saliente era más alto y grueso de abdomen.
Antes en 2007, la banda presidencial le fue colocada al electo en sentido inverso, es decir con el triángulo invertido. Y en 1990, cuando Daniel Ortega le entregó la banda a Violeta de Chamorro este se la colocó en el hombre izquierdo y no en el derecho como corresponde.
Costa Rica celebra su toma de posesión presidencial el 8 de mayo, cada cuatro años. Usualmente con la asistencia de unas 80 delegaciones.
El Estadio Nacional es el lugar favorito y más recomendado, y como es costumbre, un día antes del traspaso el gobernante saliente ofrece una cena o coctel a los invitados especiales, mientras el presidente electo tiene una recepción similar, pero de carácter privado.
El propio día del traspaso lo que se programa es un almuerzo con los líderes visitantes.
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