Tegucigalpa, Honduras
Un nuevo año comienza y con el se espera que los retos que no fueron superados el año anterior, sean vencidos en el sistema educativo del país o que al menos se avance en algunos indicadores.
En 2017 fueron muchos los cambios que vivió el sistema empezando por el cambio de autoridad.
Fue un año lleno de evaluaciones, se midieron los conocimientos de los alumnos, de los maestros y hasta de las unidades mismas en la Secretaría, de las cuales pocas han dado resultados visibles a la población.
Sin embargo, hay temas históricos como el de infraestructura, mejora de salario a docentes, cambios en la evaluación y cobertura que lastimosamente siguen pendientes a pesar del paso de las distintas administraciones en la Secretaría.
Para padres de familia, alumnos y maestros siguen siendo estos los factores que no permiten que la calidad educativa avance como se espera de cara al mundo globalizado y competitivo.
Evaluación
En abril de 2017 la noticia de que la forma de evaluar a los estudiantes cambiaría, inició el debate en varios sectores educativos. La gran mayoría estuvo de acuerdo en que el actual modelo no responde a las exigencias de la educación superior del país, especialmente en las áreas de Español y Matemáticas.
No obstante, no se concretó nada. Fue hasta el mes de agosto en que se informó que se revisarían los planes de estudios de los tres primeros niveles educativos.
Según ha informado Rutilia Calderón, ministra de Educación, “en febrero de 2018 ya deben haber reformas”.
Actualmente para aprobar una clase el estudiantes debe alcanzar los siguientes puntajes: 70% en tareas y 30% en pruebas exámenes.
Jaime Rodríguez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), considera que mientras no haya una verdadera reforma, los estudiantes solo se preocuparán por aprobar y no por aprender.
“Las tareas simplemente las bajan de internet o se las pasan entre ellos, y saben que tienen 70 puntos para pasar y que haciéndolos no se deben preocupar por el examen, eso no aporta en nada a la calidad educativa”, explicó.
Los padres de familia afirman que es, precisamente el aprendizaje de sus hijos, lo que les preocupa más.
“Para lograr la motivación se debe promover el aprendizaje de los alumnos. Por lo que se requiere conocer y orientar los deseos, necesidades y expectativas; hacia conductas positivas, dirigidas hacia acciones a beneficio del alumno y su contexto social”,dijo Martínez.
La cifra de reprobados de 2017 sobrepasó los 32,000 estudiantes. De los cuales 12,000 pasaron la Navidad en las aulas de “La Escuelita” tratando de salvar lo que en todo un año no pudieron.
Infraestructura
El problema de nunca acabar en el sistema. Centros educativos en mal estado.
Hay en Honduras 22,000 escuelas y colegios hasta la fecha y según la Secretaría, cada año se construyen más.
Para inicios de 2017, un informe oficial de la Secretaría de Educación, menciona que al menos el 33% por ciento de los centros educativos no cuentan con una instalación eléctrica. Sin eso, definitivamente no hay, ni herramientas multimedia (muy solicitadas por los maestros) y ni pensar en el uso de internet para apoyo de los maestros en la enseñanza.
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De la misma manera, los problemas en las aulas correspondientes a mobiliario, techado, baños entre otros siguen presentes.
De acuerdo con informes de los colegios magisteriales, cerca del 22% de los centros educativos tiene al menos una falla en su infraestructura. Es decir que 4,840 instituciones deben ser reparadas.
Por su parte, las autoridades de Educación aseguran hacer lo propio e informaron que para este año se invertirán más de 1,000 millones de lempiras en la reparación y construcción de centros a nivel nacional.
Se espera que con la construcción de más escuelas y colegios, se amplíe además la cobertura en los tres niveles.
Maestros
Sin duda el gremio que mejor conoce los altos y bajos del sistema son los docentes y ellos, en 2017, se quedaron esperando la tan aclamada reunión con las autoridades de la secretaría.
Luís Ramírez, presidente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH) manifestó que entre las exigencias que volverán a plantear este año es el mejoramiento de los sueldos de los profesores y la agilidad en el pago de estos.
“Hay compañeros que desde hace ocho o nueve años han tenido unos aumentos muy pírricos y hacemos un llamado a las autoridades para que se haga una revisión a la escala salarial”, manifestó Ramírez.
Sobre la supuesta reunión que se celebraría entre las autoridades educativas y los colegios magisteriales dijo: “Ese diálogo nosotros lo hemos pedido por años pero queremos un diálogo sincero y que el bien sean nuestros niños y niñas”.
Los docentes piden además transparencia en la contratación de más educadores. Actualmente el concurso está “suspendido de manera temporal”, dicen quienes manejan la secretaría de Educación.
Los estudiantes
El eje fundamental de la educación son los estudiantes quienes deben gozar de las mejores condiciones académicas.
Para eso hace falta un verdadero compromiso de mejorar el sistema y no es desconocido para nadie que ese sistema está golpeado por todos lados.
Uno de las fuertes bofetadas la dio la inseguridad, misma que dejó como resultado una huella indeleble de sangre en las aulas de nuestro país en los últimos dos años.
Se estima que para 2018 se tendrán que ejecutar no menos de 20 programas de prevención de drogas y violencia en los centros educativos.
También mejorar el acceso a los útiles escolares para aminorar el impacto en las finanzas familiares. Ampliar el programa de merienda escolar, para hacer del aula un lugar más atractivo para los niños, en especial los que residen en el área rural.
Mejorar factores como esos, dicen los académicos, podría ser un avance para hacer que los indicadores de abandono escolar disminuyan.
En 2017, al menos 51,918 niños arrojaron su mochila y abandonaron su educación.
Hay que recordar que con todo esos retos por delante, la Secretaría solicitó un aumento de presupuesto. Pasando de 25,687.5 a 28,077.7 millones de lempiras para ejecutarlo en pago de salarios y en lo que el sistema requiera.
EL HERALDO solicitó una entrevista con la ministra de educación, Rutilia Calderón, sin embargo, no respondió a las llamadas ni accedió a dar una entrevista en persona.
