Sucesos

Torturados y entre sábanas hallan los cadáveres de dos jóvenes en Comayagüela

Los dos muchachos fueron raptados en distintos puntos de la ciudad y luego los ultimaron en la salida a Olancho

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20.12.2017

Comayagüela, Honduras
Torturados y envueltos en sábanas amarradas con cabuyas fueron encontrados los cadáveres de dos hombres en la carretera de salida al departamento de Olancho.

El primero de los hallazgos se dio a inmediaciones de las colonias Las Pavas y Villa Unión, en Comayagüela, en la arteria principal hacia ese departamento.

El descubrimiento del primero de los cuerpos fue a eso de las 9:00 de la noche, mientras que el segundo, que fue encontrado en la terminal de buses de la colonia Cerro Grande, fue reportado precisamente cuando las autoridades policiales y forenses realizaban el levantamiento del primer cadáver.

Reconocimiento de los cuerpos
Familiares de dos jóvenes que habían desaparecido este martes en horas de la tarde llegaron hasta la morgue del Ministerio Público para salir de la duda y que no se tratase de sus parientes.

Sin embargo, las noticias no fueron buenas. Uno de los fallecidos fue identificado como Ángel Mauricio Pérez, de 22 años de edad, según sus familiares residía en la colonia Flor No. 1, muy cerca de donde fue dejado su cuerpo sin vida.

Ángel Mauricio laboraba como tapizador de asientos y reparador del sistema de frenos de vehículos en un taller automotriz ubicado en la colonia Cerro Grande de Comayagüela.

Sus parientes presumen que fue raptado en el camino a su casa después de haber salido del trabajo ya que por la cercanía entre las colonias Cerro Grande y la Flor No. 1, cuando terminaba sus labores se iba caminando hacia su hogar.

El ahora occiso Ángel Mauricio era padre de una niña de tres años de edad y deja a su compañera de hogar en estado de gestación de al menos siete meses.

Lo raptaron de su casa
Mientras tanto, el otro cadáver fue reconocido preliminarmente por las autoridades de Medicina Forense como Marlon Javier Espinoza Mencía, de 24 años de edad.

El muchacho tenía su domicilio en la colonia Cataluña, siempre en la salida hacia Olancho. Su familia, con tristeza, relató que hombres armados llegaron a la casa y se lo llevaron sin saber el rumbo.

Eso habría ocurrido minutos antes de las 5:00 de la tarde del pasado martes, cuando este se encontraba en el seno de su hogar.

Aseguraron desconocer cuáles fueron los motivos para privarlos de su libertad si él no se metía a problemas con nadie. Una de las hipótesis es que los dos cuerpos los llevaron a bordo de algún carro y luego los abandonaron en los lugares descritos.

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