Enormes grietas y zanjas se han formado a lo ancho de las carreteras secundarias que conducen a las fincas de café en el municipio de La Libertad, el segundo mayor productor de café en el departamento de Comayagua.
Las torrenciales lluvias que han caído sobre la región han echado a perder el relleno que instalaron los productores con recursos del Fondo Cafetero.
Según los productores hay más de 40 kilómetros de carreteras entre los municipios de La Libertad, Las Lajas, San Luis y Esquías que se encuentran en pésimas condiciones.
Por estas calles se espera se trasladen alrededor de 160 mil quintales de café que se ha madurado antes de tiempo, a lo que los productores llaman requema, y que representa el 10 por ciento de la producción total esperada para la cosecha 2017-2018, que sería de 1.6 millones de quintales en todo el departamento.
“El estado de las calles nos está perjudicando porque ya tenemos que distribuir la requema, que representa unos 160 mil quintales del total de la producción esperada, y con las últimas lluvias toda la inversión que se hizo para arreglar calles está perdida”, dijo Arnold Sabillón, caficultor de La Libertad.
En los municipios de La Libertad han sido afectados tramos de las comunidades de Quebrada Amarilla, La Fortuna, Zacatalito, La Esperanza, Lomas de Ocote y las que van hacia los municipios de San Luis y Esquías.
A unos dos kilómetros del casco urbano existe un derrumbe de carretera a la altura de la comunidad de Talnetoso, quedando una sola vía para transitar, la cual se encuentra sin señalización.
Esta carretera que conduce a los municipios de Minas de Oro, San Luis y Las Lajas está en riesgo de cortarse en dos partes de continuar las lluvias, lo que dejaría incomunicados a miles de pobladores.
Otro de los temores en la población liberteña es que el puente de la comunidad de La Pita colapse debido a que una de sus bases está socavada por las corrientes de agua del río Frío.
La única obra en ejecución es la pavimentación en la carretera que conduce de La Libertad a Las Lajas.
Son 25 kilómetros donde se aplicará una delgada capa asfáltica. El proyecto tiene un costo que supera los 200 millones de lempiras, que fueron aprobados en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa (2010-2014)
