Honduras

Niños se apasionan por la lectura en antiguo cuartel en La Paz

FOTOGALERÍA
20.10.2017

La Paz, Honduras
Un torreón de 5.10 metros de ancho y 10 de alto es la nave que transporta a los niños a mundos imaginarios que salen de las fábulas, cuentos y leyendas.

Imaginar mundos es la principal actividad de la pequeña biblioteca infantil que funciona en el antiguo cuartel militar desde donde se vigilaba y defendía la ciudad de La Paz en tiempos pasados, y que ahora se ha convertido en el lugar favorito de niños y jóvenes sedientos de conocimiento.

El torreón es una estructura de piedra y cemento con forma de cilindro, ubicado a un costado de la plaza central Elena de Carías.

Este es uno de los monumentos históricos de la ciudad que aún se mantiene en pie, y que a partir de 2015 fue considerado por las autoridades municipales para instalar en su interior la biblioteca infantil.

“El proyecto surgió a raíz de una donación de libros de literatura infantil que hizo la Biblioteca Nacional de Honduras Juan Ramón Molina, y decidimos montar un espacio único en toda Honduras y crear la biblioteca infantil en el torreón del antiguo cuartel”, dijo Danuvia Cordón, encargada de la Casa de la Cultura y biblioteca infantil.

Un pequeño espacio para el gran mundo de las letras
La biblioteca infantil tiene unos 1,500 libros y cuenta con tres salas temáticas divididas a lo alto del torreón, o sea, de abajo hacia arriba. El espacio es reducido, y para desplazarse por cada una de las salas los niños deben subir por escaleras de madera. Sus paredes pintadas con ilustraciones de niños leyendo son una invitación tentadora para los pequeños que de entrada se ven seducidos por el colorido de las paredes y las gradas.

La primera sala se llama “Manitas de arte”, y ahí los escolares aprenden técnicas de pintura como el esgrafiado y témperas. Los niños aprovechan este espacio para plasmar en papel figuras divertidas que nacen de su creatividad.

El segundo segmento se ubica seis escaleras arriba, ahí están distribuidos en estantes libros de poesía, fábulas, cuentos e historia.

La docente encargada de la biblioteca es quien elige el libro de acuerdo a la edad de los niños y el tema en el que se enfocará la sesión de lectura.

En el tercer espacio, conocido como “Sala de los sueños”, los infantes escuchan las narraciones de la maestra, atentos y sentados en sillas o en colchonetas.

La “Sala de los sueños” es el espacio preferido de Norman Javier Palomo, alumno de sexto grado del Centro de Educación Básica Ramón Rosa, quien es un visitante frecuente de la biblioteca.

“La visito una vez a la semana, me gusta leer y escuchar las narraciones, novelas e historias, y podemos dar nuestra opinión sobre lo escuchado”, expresó Palomo.

Según el programa de enseñanza, de primero a tercer grado se hace reforzamiento de lectura, escritura y concursos de ortografía.

Con los escolares de cuarto a sexto grado se hace énfasis en la lectura de libros de historia para ampliar sus conocimientos generales.

El sostenimiento de la biblioteca infantil está a cargo de la alcaldía de La Paz, quien paga el salario de la maestra y del personal de aseo y mantenimiento.

El torreón recibe visitas diarias de hasta 200 estudiantes de las escuelas públicas y privadas de la ciudad y alrededores.

Debido a que el espacio es reducido, solo pueden ingresar grupos de 35 estudiantes para hacer el recorrido.

Las escuelas retiradas del casco urbano de la ciudad hacen reservaciones con anticipación.

“La biblioteca infantil es pública y depende de la Casa de la Cultura. Este espacio se ha convertido en un centro de instrucción permanente, donde se hacen consultas de libros que suplen las necesidades de material educativo que no tienen algunos centros educativos”, declaró Milton Orlando Rivera, maestro del Centro de Educación Básica Ramón Rosa.

Para ingresar a las salas se suben unas coloridas y estrechas escaleras.

Para ingresar a las salas se suben unas coloridas y estrechas escaleras.

Situación de la lectura en Honduras
Honduras es uno de los países de Centroamérica que menos inculcado tiene el hábito de la lectura. Entiéndase que leer es una actividad que principalmente debe ser propiciada por los padres y animada en los centros educativos, pero ambas partes están fallando en esta tarea.

En 2016, en el marco de la XX Feria Internacional del Libro en Centroamérica (Filcen) y la XIII Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua), se dieron a conocer datos desalentadores sobre la lectura en Honduras.

El 57.1% de los hondureños “nunca o casi nunca” lee un libro con fines profesionales o de estudio.

Un 25.4% de hondureños leyó al menos un libro en el último año y un 69.5% no leyó ninguno.

Si hablamos de Latinoamérica, el promedio de lectura es de 2 a 5 libros por persona.

Ante un panorama como este, espacios públicos dedicados a la literatura y la lectura son una joya, tomando en cuenta que hay factores que no colaboran con mejorar las cifras, entre ellos la pobreza, que golpea al 60% de la población hondureña, y el déficit de librerías, que en el caso de Tegucigalpa, hay una por cada 120 mil habitantes.

Esta situación ha motivado a algunas organizaciones a poner en marcha proyectos que incentivan la lectura en Honduras, acciones que suman y permiten, por ejemplo, que en Gracias, Lempira, más de 3,000 niños de comunidades rurales tengan acceso a libros gracias a doce bibliotecas manejadas por Plan Internacional.

Pero se requiere de esfuerzos gubernamentales para levantar los pilares de la lectura y la literatura en Honduras.

El santuario de la historia y la cultura de La Paz
En el mismo predio del torreón funciona la Casa de la Cultura, un santuario del conocimiento literario y de la historia cultural de La Paz.

El edificio comenzó a edificarse en el gobierno de Roberto Suazo Córdova (1982- 1986), y se terminó en 1993, en la administración del exmandatario Rafael Leonardo Callejas (1990- 1994). Fue inaugurado el 23 de noviembre de ese año.

El recinto cuenta con salas de exposición permanente, una biblioteca pública, un auditorio y sala de capacitaciones.

La biblioteca pública tiene un inventario de alrededor de 4,000 libros de cultura general, temas especializados, enciclopedias, obras literarias de autores locales y nacionales, servicio de Internet, fotocopias e impresiones.

Recibe alrededor de 7,000 visitantes al año, entre estudiantes de primaria, media y universidad.
El auditorio posee un escenario con camerinos y una capacidad para albergar a unas 200 personas sentadas en butacas. Allí se realizan presentación culturales, artística y eventos sociales de la comunidad.

El recinto cultural ofrece un sensacional recorrido por una parte de la historia nacional y en especial muestra la forma de vida y la identidad del pueblo paceño.

Y es que se expone parte de la cultura popular de La Paz con la muestra de objetos, vestimenta, instrumentos musicales y de trabajo utilizados por la población en tiempos pasados; así como un espacio dedicado a las profesiones, oficios, tradiciones religiosas y diferentes aparatos electrónicos de comunicación.
Hay un espacio en honor a la memoria del general Francisco Morazán, donde se exhiben piezas de su época y documentos importantes.

Mientras que en el pasillos que divide las salas, está instalada una galería de pinturas de artistas profesionales y autodidactas locales y regionales.

La Casa de la Cultura está abierta de lunes a viernes de 8:00 AM a 4:00 PM y los sábados de 8:00 AM a 12:00 M.