Honduras

Madre de Allison, joven que murió por una bala perdida: 'Íbamos a graduarnos juntas del colegio'

La estudiante del tercer año de Contaduría y Finanzas en el Instituto Augusto Urbina Cruz iba a bordo de un bus de la ruta urbana cuando uno de los proyectiles de la refriega entre militares y pandilleros impactó en su cabeza

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18.10.2017

Tegucigalpa, Honduras
“Ya me voy para la práctica, mami”, le dijo Allison Gabriela a su madre el día que, sin saberlo, se despidió de ella por última vez.

Como todos los días -durante las últimas tres semanas-, la joven de 18 años de edad salía de su casa en la residencial Francisco Morazán con rumbo a la colonia Monterrey, al sur de la capital.

El motivo de tan largo viaje desde su domicilio hasta dicho lugar era porque allí funciona la organización no gubernamental ACOES, en la que estaba desarrollando su práctica profesional para graduarse de secundaria.

“Siempre se iba de la casa faltando para las 6:00 de la mañana porque le quedaba un poco largo el lugar donde hacía práctica y por evitar el tráfico y llegar antes de las 7:00 se iba temprano”, explicó doña Iveth Cruz Flores, madre de la joven.

Le marcó su vida
El pasado lunes, Allison Gabriela Cruz Flores tomó un bus de la ruta urbana en la zona de Comayagüela y cuando transitaba a la altura de la colonia San José de El Pedregal un fuerte tiroteo se desató en el lugar.

Del enfrentamiento armado entre militares y presuntos Pandilleros de la 18, uno de los proyectiles fue a impactar directamente a la cabeza de la estudiante, dejándola gravemente herida dentro de la unidad de transporte.

De inmediato fue llevada por los cuerpos de socorro al Hospital Escuela Universitario (HEU) para que recibiera atención médica urgente.

En ese centro asistencial fue intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones y luego fue trasladada a una sala de observación, aún en estado crítico.

Se apagó su luz
Tras casi 40 horas interna bajo cuidados intensivos médicos, la luz de su vida se apagó.

La pasante de la carrera de Contaduría y Finanzas del Instituto Augusto Urbina Cruz, de la colonia Villa de Los Laureles, murió la noche del martes a pesar de los esfuerzos de los doctores por salvarle la vida.

Madre de dos niños
Su madre Iveth Cruz confió a EL HERALDO que “tenía tres semanas de estar en práctica y solo le faltaba una más para terminarla y después solo faltaría los últimos exámenes para graduarse”.

Con nostalgia compartió que “éramos compañeras en el colegio y nos íbamos a graduar juntas, yo hacía mi práctica en otro lado, por eso no salíamos juntas de la casa”.

Recordó que “era buena alumna y casi siempre hacíamos las tareas juntas a pesar de las ocupaciones que teníamos en la casa”.

La joven estudiante era madre de dos hijos, una niña de cuatro años y un varón de dos años; ella cumpliría 19 años el próximo 11 de enero.

En estos días de práctica, Allison dejaba sus dos hijos al cuidado de su abuela (la bisabuela de su hijos), ya que también su madre estaba en período de práctica profesional.

Doña Iveth recordó que como parte de los requisitos de graduación había que alfabetizar a una persona, pues su hija Allison decidió hacerlos con su abuela, lo que significó una experiencia muy bonita para la joven, aseguró.

Asistía a la iglesia evangélica
Tanto madre e hija se congregaban permanentemente en la iglesia evangélica, específicamente en el Ministerio Kaleo, ubicado en la zona de El Tizatillo, en la salida al sur del país.

Muchos de los feligreses, en señal de solidaridad, se hicieron presentes en la morgue del Ministerio Público, donde al cuerpo de la estudiante se le practicaba la autopsia de ley.

Uno de sus parientes manifestó que le dejaban todo a Dios, a pesar del dolor que embarga a la familia.

El féretro fue retirado ayer de la morgue del Ministerio Público en medio del llanto de sus seres queridos, que no podían creer lo que sucedía.

Los restos mortales fueron velados ayer en la residencial Francisco Morazán, donde residía. Hoy será su sepelio en un cementerio de esta ciudad.