Honduras

Muchos de estos estafadores andan tras las remesas familiares

El objetivo más específico son las mujeres, madres y esposas a quienes sus hijos o maridos han dejado de enviarles dinero y les venden la idea de que se puede solucionar con sus trabajos

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24.07.2017

Tegucigalpa, Honduras
Son alrededor de 4,000 millones de dólares, más de 93,000 millones de lempiras, los que ingresan a Honduras producto de las remesas que envían los migrantes hondureños al año.

Más de 7,000 millones de lempiras al mes y 250 millones diarios, en promedio. Ellos lo saben y quieren una “tajada”.

Los supuestos médicos, hermanos o brujos, como se hacen llamar, que no son más que estafadores, ofrecen soluciones milagrosas a las personas que tienen parientes fuera de nuestras fronteras.

100 lempiras

es el costo de la consulta, pero el negocio va más allá.

“Si su familiar no le manda remesas o tienen problemas de migración en Estados Unidos, venga, visítenos. No sufra más, mi hermano, mi hermana, nosotros le vamos a ayudar”, son las palabras con la que convencen a las personas que atraviesan situaciones difíciles con sus parientes que se han ido.

El objetivo más específico son las mujeres, madres y esposas a quienes sus hijos o maridos han dejado de enviarles dinero y les venden la idea de que se puede solucionar con sus trabajos.

Hay un grupo de personas que de forma inescrupulosa ofrecen sus servicios en programas radiales, panfletos, anuncios en los diarios y redes sociales, carente de una regulación estricta.

Vivimos en una época en que la gente busca respuestas y el ocultismo ofrece varias cosas atractivas que cualquier persona desearía poseer y por lo mismo muchos son envueltos en este mundo de estafas.

Vivimos en una época en que la gente busca respuestas y el ocultismo ofrece varias cosas atractivas que cualquier persona desearía poseer y por lo mismo muchos son envueltos en este mundo de estafas.

En un programa transmitido en horas de la noche en una radio capitalina invitan a que los días viernes asistan para leerle las cartas de forma gratuita y también obsequiarle el elíxir del amor.

El descaro excede los límites. Ofrecen supuestos testimonios de personas que habrían ayudado.

“Yo soy una madre desesperada que los busqué y por medio de su ayuda encontré esa fe... Mi hijo se fue y no me llamaba, no me mandaba dinero”, cuenta una supuesta paciente, mediante una llamada telefónica.

“No hallo cómo pagarles, lo he visto en vivo que ustedes me están ayudando a mi hijo. Yo le pido a todas las personas que se encuentren así que pregunten, que vayan. Yo se los recomiendo, sos muy buenos”, expresó.

No obstante, buscan distraer a quienes no creen en ellos diciendo: “esta es una botánica, botánica de medicina natural. Le entregamos la medicina que usted necesita para curarse”.