Sucesos

Rivalidad entre pandillas, principal hipótesis del crimen contra mujeres decapitadas en Choloma

Las averiguaciones policiales establecen que una de las operarias supuestamente tenía relación sentimental con un miembro de la pandilla 18, que está guardando prisión

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21.06.2017

Choloma, Honduras
Un crimen producto de la rivalidad entre pandillas es la principal línea de investigación que siguen las autoridades policiales en torno al dantesco hallazgo de los cuerpos decapitados de las operarias de maquila Irma Quintero López (21) y Dunia Xiomara Murillo Reyes (33).

El cuerpo de Murillo Reyes fue encontrado completamente desmembrado el martes a la orilla de una quebrada de la colonia Edilberto Solano, que era su lugar de residencia.

Quintero López fue hallada decapitada en un solar baldío situado en esa misma colonia.

Las cabezas de las dos mujeres fueron encontradas a la orilla de una quebrada que se ubica frente al campo de fútbol La Roca. En ese sitio también hallaron desmembrados los dos pies, los dos fémures y los dos peronés de Murillo Reyes. Hasta este miércoles por la tarde no habían encontrado el tronco, los brazos y las manos de ella.

Las víctimas fueron identificadas como Dunia Xiomara Murillo Reyes (33, izquierda) e Irma Quintero López (21, derecha).

Las víctimas fueron identificadas como Dunia Xiomara Murillo Reyes (33, izquierda) e Irma Quintero López (21, derecha).

El lugar del crimen
Las autoridades policiales ubicaron la vivienda de Murillo Reyes, en cuyo interior perpetraron los dantescos crímenes de ella y su amiga Irma. En el inmueble encontraron indicios como ser rastros de sangre y tejido humano.

Quintero López llegó a la casa porque había tomado la decisión de vivir unos días con Murillo Reyes.

Las averiguaciones policiales establecen que una de las operarias supuestamente tenía relación sentimental con un miembro de la pandilla 18, que está guardando prisión.

Una de las hipótesis de la Policía es que a Murillo Reyes y a Quintero López las ultimaron integrantes de la MS o de la banda delictiva llamada La Rumba, que son organizaciones antagónicas a la pandilla 18.

En un principio se manejó que el caso podía tener tintes pasionales y que la muerte de las dos mujeres la habían ordenado de uno de los centros penales del país, pero esa hipótesis es la más débil, conforme a lo informado por las autoridades policiales.

Los parientes de Murillo Reyes manifestaron que hace seis años se vino de aldea La Fortuna, de Tela, para Choloma a trabajar para sostener a sus cuatro hijos. La describieron como una mujer humilde y trabajadora.

Expresaron que ella no les manifestó que tuviera problemas o amenazas a muerte.