Honduras

'Todo periodista debe dejar una huella para las nuevas generaciones”

Mario Hernán Ramírez es un periodista autodidacta que tiene 11 libros de su autoría y por 60 años se mantuvo vigente en medios de comunicación escritos, radiales y televisivos. A sus 83 años se siente satisfecho de su labor

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27.05.2017

Tegucigalpa, Honduras
Como periodista fue destacado por su labor en los medios de comunicación, pero como escritor quiere permanecer entre las nuevas generaciones.

Mario Hernán Ramírez, parte de una generación de periodistas autodidactas de los años 50 y amante de la lectura, sabe que trascender por ello es una tarea difícil en una sociedad inmersa en las nuevas tecnologías.

Pese a esa realidad, considera que “todo periodista debe dejar algo, una huella para las nuevas generaciones. Se pueden escribir un millón de artículos en los periódicos, pero si no dejas un libro, al solo morir tu nombre, desaparece”.

Con su mente muy lúcida, a sus 83 años de edad, en entrevista con EL HERALDO relata su historia en el periodismo, la cual se remonta al año 1952.

Se desempeñó en el área de las relaciones públicas y ejerció el periodismo escrito en la mayoría de rotativos que se han fundado en el país. Desde El Cronista, fundado en 1913, Diario El Pueblo, Correo del Norte, La Prensa y EL HERALDO, este último el de más reciente fundación en la era moderna.

Indica que fue uno de los primeros reporteros fundadores de EL HERALDO, que estaban bajo la dirección del periodista Francisco Morales.

11

libros ha publicado
Mario Hernán
Ramírez acerca de
la historia nacional.

También incursionó en la televisión y en la radio, entre ellas, Radio Comayagüela y HRN.

Es de los pocos periodistas hondureños que fueron testigo de los grandes acontecimientos que han marcado la historia nacional desde los tiempos del general Tiburcio Carías Andino, quien se perpetuó en el poder por 16 años. Parte de esas vivencias están plasmadas en sus 11 libros, entre ellos “Calendas”, “Un poeta y 13 locos”, “Don Pepe” y “Gargantas de oro”.

Actuó en dos películas y también fue parte de los fundadores de la Asociación de Prensa Hondureña (APH) y el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).

De su generación se pueden mencionar a Napoleón Mairena Tercero, Nahún Valladares y Gabriel García Ardón, quien falleció recién el viernes pasado.

Satisfacción

Al entrar en la sala de su vivienda se puede observar decenas de reconocimientos por motivo de su labor periodística. Don Mario tiene todos los galardones que se otorgan a un comunicador en el país, excepto el Álvaro Contreras, el cual dice que “lo sigo esperando”.

Se considera un hombre pobre en riqueza material, pues no acumuló riquezas, tampoco pudo comprar carro, según comenta.

Únicamente compró su vivienda y formó a sus 11 hijos, cuatro de ellos procreados con su actual esposa Elsa, también periodista.

“No dejo herencias económicas, pero sí les dejó una gran herencia que es la dignidad”, expresó Ramírez, quien también es un apasionado por la vida y obras del poeta Juan Ramón Molina.

Pese a estar perdiendo su vista, este periodista de generaciones mantiene el entusiasmo y se califica como “un hombre muy feliz”.