Tegucigalpa, Honduras
Recién lo habían acogido en el seno del que siempre fue su hogar, después de regresar del mítico “sueño americano”. Pero su regreso fue empañado de tristeza y de dolor la noche del pasado jueves.
Se trata de Allan Alexis Posadas Zamora, de 28 años, ultimado a disparos en la propia puerta de su vivienda.
Ocurrió al sur de la capital, en la colonia Ramón Villeda Morales. Eran las 10:00 de la noche aproximadamente, el silencio y la quietud recorrían las calles de la colonia; de repente tocaron la puerta de su casa. Aunque había más personas en la casa, él decidió ir a ver quién llamaba a la puerta y al salir dos sujetos le dispararon en repetidas ocasiones.
El joven había regresado hace pocos días, procedente de Estados Unidos, donde residió por varios años, pero fue deportado por encontrarse en situación ilegal en aquel país.
El fallecido era conocido cariñosamente en la colonia Ramón Villeda Morales con el apodo de “Pato Donald”.
Según los vecinos de la calle principal de ese vecindario, solo escucharon las detonaciones pero por lo oscuro de la zona no pudieron observar a los criminales, que huyeron sin dejar rastro en medio de los callejones.
El cuerpo de Posadas Zamora quedó inerte tendido boca arriba ante el asombro de sus familiares.
A la escena del crimen llegaron agentes de la Policía Preventiva y de investigación, sin embargo, no pudieron dar con el paradero de los responsables.
Los restos mortales del hombre fueron retirados la madrugada de ayer de la morgue del Ministerio Público, en medio del llanto y las muestras de pesar de familiares y amigos, que aún no asimilaban lo sucedido.