Honduras

Hondureños se sumaron a protestas contra las medidas de Trump en cuestión migratoria

La comunidad hispana se hizo sentir en “un día sin inmigrantes’’, mientras Donald Trump advierte de nuevas medidas migratorias la otra semana

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16.02.2017

Tegucigalpa, Honduras
Desde cadenas de comida rápida y restaurantes elegantes hasta decenas de comercios gastronómicos cerraron el jueves en Washington, DC, para protestar contra las redadas que realizan los agentes de migración por orden del presidente Donald Trump contra los inmigrantes.

Algunos lo hicieron para expresar su solidaridad con el gran número de personas de bajos ingresos que trabajan en ellos y otros porque no se presentó a trabajar el personal suficiente.

Esto ocurrió en el marco de una protesta a escala nacional denominada “Un día sin inmigrantes”, bautizada de ese modo para mostrar su importancia en la economía estadounidense.

De Nueva York a Los Ángeles, los inmigrantes no fueron a trabajar, no llevaron a sus hijos a las escuelas, evitaron comprar combustible o intentaron, por diferentes medios, poner de relieve el costo para Estados Unidos de un día sin ellos.

“Creo que es sensacional, especialmente que esté ocurriendo aquí, en (Washington) DC, donde afecta directamente a la gente de Trump”, dijo Amara Shaker-Brown, de 27 años, que trabaja en una empresa de tecnología.

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La era Trump es una amenaza. Foto AFP.

La era de Donald Trump es percibida como una amenaza. Foto AFP

“Si quieren pedir un almuerzo, podrán ver que su política migratoria tiene un impacto directo”, afirma Shaker Brown, cuyos abuelos nacieron en Italia, Líbano e Irlanda. “Soy descendiente de inmigrantes, como casi todos en este país”.

La mezcla de protesta, boicot y huelga tiene lugar en momentos en que el temor se extiende principalmente en la comunidad de latinoamericanos, a causa de las operaciones que desembocaron en la detención de cientos de extranjeros sin papeles que viven en Estados Unidos.

Algunos fueron deportados después de que Trump prometiera en la campaña electoral que expulsaría a los inmigrantes ilegales.

También se mantiene el enojo por el ahora suspendido decreto que prohibía la entrada de todos los refugiados y de los ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes.

Algunos restaurantes de Washington pusieron en sus puertas carteles en los que explicaban que estaban cerrados para apoyar a sus trabajadores.

Edward Burger, un médico retirado de 84 años, quien leía de pie uno de esos carteles afuera de un local de venta de ensaladas llamado Sweetgreen, dijo que la protesta era un gran idea.

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“La cuestión de los inmigrantes y la hospitalidad de Estados Unidos es muy importante, para ellos y para nosotros”, aseguró.

Las escuelas también formaron parte de las protestas, y cientos de hijos de latinos no fueron llevados por sus padres a las escuelas.

Con una nota firmada justificaron la ausencia de los niños en las clases porque “nuestra comunidad está bajo ataque”, dice el documento.

“Para nuestras familias todo esto les está causando un gran estrés, principalmente a nuestros hijos que temen ir a la escuela, regresar a sus casas y ver que sus padres o algún miembro de la familia no estará más con nosotros”, continúa.

Se estima que para el año 2016 había al menos 55.2 millones de latinos en Estados Unidos. De esta cifra el 63% es de origen mexicano, el 10% de Puerto Rico, el 3.8% de El Salvador, el 3.7% son cubanos, el 3% es de República Dominicana, el 2.3% son guatemaltecos y el 14.2% pertenecen a otros países. Foto AFP

Se estima que para el año 2016 había al menos 55.2 millones de latinos en Estados Unidos. De esta cifra el 63% es de origen mexicano, el 10% de Puerto Rico, el 3.8% de El Salvador, el 3.7% son cubanos, el 3% es de República Dominicana, el 2.3% son guatemaltecos y el 14.2% pertenecen a otros países. Foto AFP

Los familiares de los jóvenes escolares también agregaron que temen porque sus hijos sean detenidos mientras se dirigen a los centros educativos, en la parada de autobús o dentro de los centros de enseñanza.

En un video se muestra cómo una escuela de la ciudad de Memphis se encontraba vacía, sin hijos de indocumentados recibiendo clases, pues la mayoría decidió apoyar “un día sin inmigrantes” en el país del norte.

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Nuevos decretos
Mientras eso pasaba en diferentes ciudades, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó que la próxima semana emitirá un nuevo decreto sobre inmigración después de que el primero, que vetaba la entrada de inmigrantes y refugiados al país, fuera suspendido por la justicia.

“Voy a emitir un nuevo decreto en la próxima semana, que protegerá nuestro país de forma amplia”, dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

El presidente republicano ordenó hace tres semanas prohibir la entrada a Estados Unidos a refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, lo que generó un gran caos en los aeropuertos y levantó una ola de protestas en todo el mundo.

Pero una corte de Seattle (noroeste de Norteamérica) suspendió la medida, decisión que avaló posteriormente un tribunal de apelaciones en el que fue el primer gran revés del gobierno de Trump.

El Departamento de Justicia informó que el gobierno abandonó la apelación del decreto en una moción presentada ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito (con sede en California), y adelantó que el gobierno prepara otro decreto que eliminará los cuestionamientos a su inconstitucionalidad.

El mandatario dijo a la prensa que el nuevo decreto estará “muy ajustado” a la decisión de la corte, aunque reparó que “podemos ajustarlo para obtener de alguna manera más” de lo que contemplaba la orden suspendida.

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“Tenemos algunos de los mejores abogados del país trabajando en eso y la nueva orden ejecutiva está siendo ajustada a la decisión que obtuvimos de la corte”, apuntó.

El mandatario del país del norte no escondió su enfado con los jueces, señalando que la suspensión fue una “mala decisión”.

Trump también se mostró ambivalente ante el programa “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (DACA), que protege de la deportación a jóvenes migrantes indocumentados, y que él prometió acabar durante su campaña.

“Vamos a mostrar un gran corazón”, dijo, evocando su experiencia como padre y abuelo. El mecanismo DACA fue adoptado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y permitía regularizar la situación de inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos como menores de edad y traídos por sus padres.