Con dos disparos en el tórax y en estado de descomposición fue encontrado el cuerpo de un experimentado mecánico de aviación en la periferia de la capital de Honduras.
El hallazgo del cadáver se dio este sábado en horas tempranas en la carretera que conduce de Tegucigalpa a la aldea de Mateo, entre el Hospital Militar y la Industria de la Fuerzas Armadas (INFFAA).
Fue identificado como José Víctor Torres Hernández, de 58 años de edad, quien laboraba como mecánico de aviación para la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC).
No se presentó a laborar
Compañeros del fallecido que llegaron en su búsqueda el sábado hasta la morgue del Ministerio Público manifestaron que les surgió la preocupación por que desde ayer no sabían nada del paradero de Torres Hernández.
“Ayer (viernes) tenía que laborar y hacer unas revisiones a una aeronave por que había un viaje pendiente, por eso nos extrañó su ausencia”, contó un amigo y la vez compañero de labores.
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Por el avanzado estado de descomposición que presentaba y las quemaduras de sol en el cuerpo, pudieron haberle dado muerte desde el viernes en horas del mediodía, según el personal de Medicina Forense.
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Misterio
Sin embargo, fue extraño para las agentes de investigación que realizaron el levantamiento de ley que al momento de hacer la inspección en la escena de muerte, junto al cuerpo estaba el arma que portaba el difunto, así como todas sus pertenencias personales.
Esto descarta a priori que la causa de esta muerte violenta haya sido por un eventual asalto. Las hijas mayores de don José Torres manifestaron que su padre vivía en el sector de Las Tapias, sin embargo, desconocían de algunas interioridades de su vida ya que desde hace algunos años no convivían con él.
Oriundo de Cedros
El fallecido era originario del municipio de Cedros, Francisco Morazán, sin embargo, desde muy joven se mudó hacia la capital para incursionar en la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), donde comenzó sus estudios en mecánica de aviación.
Una de las hermanas de Torres Hernández mencionó que desde los 17 años ingresó a la FAH y posteriormente esta institución lo envío a Panamá para continuar con su especialización en esta rama.
Después salió de la FAH y residió en los Estados Unidos durante algunos años y en el 2007 ingresó a la AHAC. Sus restos mortales fueron llevados hasta el municipio de Cedros, donde le darán cristiana sepultura.
