Honduras

Centroamérica y Honduras a la expectativa de nuevas decisiones

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20.01.2017

Washington, EE UU
Además de la amenaza migratoria y el posible retorno de quizás millones de inmigrantes a Centroamérica, la agenda de Donald Trump también tendrá un renglón especial para la región.

Hasta ahora, se conoce que Trump pondrá mucha atención en los intereses particulares de Estados Unidos con Cuba, México y recientemente con Venezuela, amén del resto de países latinoamericanos. Trump apenas se refirió una vez a Centroamérica, especialmente a Honduras, Guatemala y El Salvador por el tema de la inmigración y las pandillas, a las que les anunció que “llegó su final”.

Desde un punto de vista económico, si los planes de Trump se perpetran, la deportación de migrantes bajará la captación de divisas desde Estados Unidos, siendo un golpe duro para el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) que se verían todavía más afectados en sus debilitadas economías.

Según cifras oficiales compartidas por el Banco Mundial en 2016, en Guatemala las remesas constituyen un 10 por ciento de la economía, en El Salvador y Honduras llegan incluso hasta más del 15 por ciento del PIB. Por lo tanto, se recalca que una deportación masiva de migrantes desde el país norteamericano tendría fuertes repercusiones económicas y sociales.

Es el principal socio
Estados Unidos es sin lugar a dudas uno de los mayores aliados comerciales de Honduras y la región.

Un estudio divulgado el año pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) da cuenta que Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua exportan la mayor parte de sus manufacturas y servicios a Estados Unidos.

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¿Qué esperamos?
En primer lugar un panorama más claro de las regulaciones y disposiciones migratorias. Por lo pronto, Trump y la Casa Blanca han anunciado que comenzará un proceso de deportación y hasta encarcelamiento para aquellos que tengan pendientes con la justicia.

La segunda instancia es el tema de la reforma del DACA, la decisión migratoria del gobierno de Estados Unidos creada por el expresidente Obama con el fin de beneficiar a ciertos migrantes no documentados que llegaron como niños y con algún grado de educación a Estados Unidos víctimas de la violencia en países de México y Centroamérica.

En los últimos días, Trump dijo que buscaría salidas dignas y protección para aquellos que ya son parte de la fuerza motriz del país.

Mantener el TPS
Otra política que puede cambiar con el nuevo gobierno es el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Actualmente, muchos centroamericanos ,,especialmente de El Salvador y Honduras, gozan de este estatus, ya que llegaron a EE UU huyendo de diferentes desastres naturales en sus países. Se espera que Trump respete estos tratados que han sido ampliados año con año.

Igualmente, se espera que el nuevo mandatario mantenga la ayuda económica que aprobó Obama para frenar la migración infantil.

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