Tegucigalpa, Honduras
Los líderes de los partidos que conforman la alianza nacional opositora tienen un gran desafío por delante: convencer a unas bases que se diferencian por su ideología, por su forma de actuar y ver las cosas desde una óptica distinta.
A juzgar por los analistas consultados por EL HERALDO, el tema ideológico será un caso sobre el cual los conductores de los partidos Libertad y Refundación (Libre), Manuel Zelaya Rosales y Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción (Pac), tendrán que trabajar en los próximos meses en unificar criterios si quieren tener posibilidades de triunfo.
Está claro que el Pac no es un partido de izquierda, es un partido de centro, según lo ha explicado Salvador Nasralla, contrario a Libre, que es un partido de izquierda que promueve el socialismo del siglo XXI, comenzando con la elaboración de una nueva Constitución.
Ya Nasralla se pronunció a favor de una constituyente, pero parece que esta posición no agrada a Virgilio Padilla, vicepresidente del Pac.
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¿Apoyarán las bases radicales de Libre a Nasralla, en el caso de que este político encabece la fórmula presidencial, o la gente del Pac le dará el voto a Xiomara Castro si es la ungida? Esta es la pregunta que comienza a circular en los corrillos políticos.
“La alianza abre una serie de expectativas e interrogantes que con el tiempo se van a ir despejando”, afirmó el analista Pablo Carías.
“Tanto el voto de Libre como el voto del Pac es un voto más espontáneo, menos comprometido, menos ideologizado, y en esas condiciones un cierto sector de ambas organizaciones es muy probable que no se definan por ningún candidato”, expuso.
Admitió Carías que “en el caso de Libre hay un sector más radical, más exigente y con una posición ideológica marcada que probablemente no le favorezcan a Nasralla con el voto”.
“Se trata”, añadió, “de una alianza de dos organizaciones que son muy heterogéneas en su composición interna y eso puede dificultar la votación”.
Difícil que cedan
Por su parte, el también analista Olban Valladares considera difícil que los extremos de ambos partidos puedan ceder en términos de votar.
“La alianza es un instrumento político que se utiliza cuando hay madurez política en el sentido de que los liderazgos tienen la capacidad de sentarse alrededor de una mesa, conciliar extremos y ponerse de acuerdo”, consideró Valladares.
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