Honduras

Agasajan a hijos de reclusas de la cárcel de Támara

10.12.2016

Tegucigalpa, Honduras
Su alegría se mezcló con una pequeña dosis de ansiedad, impresión y en algunos casos hasta con el llanto.

A bordo de un pequeño autobús llegaron a un restaurante y experimentaron por primera vez la libertad en su máxima expresión.

Durante tres horas, un ejército de 17 angelitos pudieron saltar, jugar, reír y llorar lejos de su hogar, donde el único escenario que les rodea son los enormes muros perimetrales y rejas de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).

Tiernos e inocentes, los hijos de las mujeres recluidas en la Penitenciaría Femenina de Támara fueron agasajados por un grupo de líderes del Ministerio Interdenominacional de Mujer a Mujer.

La mayoría nacieron dentro de la prisión y cumplen junto a sus madres condenas por diferentes delitos.

Desde hace más de cinco años, el grupo de mujeres trabaja en favor de la restauración, sanidad interior y reinserción social de las privadas de libertad, que en esta ocasión gestionaron la salida de este grupo de menores.

La jornada llena de sorpresas, regalos, piñatas y comida estuvo bajo la coordinación de la pastora María Elena Barahona y su equipo de líderes de la congregación Mi Viña, quienes colmaron de ternura, amor, caricias y especiales atenciones a los menores.

Datos oficiales establecen que actualmente en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social residen junto a su madre más de 40 niños de 0 a 4 años.

De esta cantidad, solo 17 niños pudieron asistir a la celebración.

Se estima que en la actualidad hay más de 350 reclusas en la penitenciaría de Támara, único recinto en Honduras para mujeres infractoras de la ley.

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