San Pedro Sula, Honduras
Un Tribunal de Sentencia condenó ayer a 239 años de prisión a David Ariel Portillo Turcios por el asesinato de ocho mujeres, por robo de vehículo y asociación ilícita.
La condena fue dada a conocer en la lectura de la sentencia realizada por los jueces de la sala 2, luego de haber terminado el juicio oral y público en el que la Fiscalía de Delitos contra la Vida demostró la participación del encausado en cuatro delitos diferentes.
Con los relatos de testigos establecieron que las muertes ocurrieron en dos hechos diferentes, pero que tenían relación y que el objetivo eran ocho mujeres, a quienes asesinaron.
Las víctimas fueron identificadas como Senovia Rodríguez Paz, Milagro del Rosario Bonilla García, Ana María Bautista Zaldívar, Zoila Yamileth Sánchez Zaldívar, Irma Melisa Benítez Lewis, Irina Maricela García Enamorado, Gabriela Alejandra Osorio Irías y Angélica Andrade López.
A las primeras mujeres las ultimaron el 12 de diciembre de 2013 en la 2 avenida y 7 calle del barrio Medina.
Según las investigaciones, las mujeres estaban trabajando y departiendo cuando llegaron sujetos a bordo de una camioneta y le dispararon a Senovia Rodríguez Paz, Milagro del Rosario Bonilla García, Ana María Baustista, mientras que a Zoila Yamileth se la llevaron herida, pero después encontraron su cuerpo en la 33 calle de El Polvorín.
El 30 de diciembre, en el barrio El Centro asesinaron a Irma Melisa Benítez Lewis, Irina Maricela García Maradiaga, Gabriela Alejandra Osorio Maradiaga y Angélica Andrade, y luego se conoció que los mismos sujetos, quienes andaban en un turismo azul, cometieron los hechos.
Los individuos ingresaron a un negocio y con fusiles y pistolas les dispararon a las féminas.
Entre los identificados por testigos protegidos está David Ariel Portillo Turcios, alias “El Destructor”, y un menor de edad que andaba entre el grupo identificado como miembros de la pandilla 18.
De los demás compinches, los testigos solo señalaron a unos con los alias “Campana”, “Cazador”, “Bofo” y “Pascual”.
En el juicio se estableció que los crímenes de las mujeres ocurrieron por la pelea de territorio entre grupos antisociales que las estaban matando en diferentes zonas de la ciudad.
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