Tegucigalpa, Honduras
El gobierno de Honduras adeuda 210,961.4 millones de lempiras a los acreedores nacionales e internacionales.
En dólares, el saldo de la deuda pública al 30 de junio del presente año es de 9,257.08 millones de dólares.
Así lo revela un análisis de la Dirección General de Crédito Público de la Secretaría de Finanzas (Sefin).
No obstante, al ser comparado con el resultado del primer semestre 2015, cuando la deuda pública fue de 189,725.32 millones de lempiras, se observa un aumento de 21,236.08 millones.
En moneda extranjera, el saldo de la deuda pública interna y externa se incrementó en 595.88 millones de dólares en los últimos 12 meses.
Diversos sectores de la sociedad como el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh) y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) han advertido el riesgo que representa para las finanzas públicas del país el creciente saldo del financiamiento público.
Las cifras de Sefin revelan que en el mediano plazo el gobierno hondureño continuará endeudándose para cubrir el gasto.
Las autoridades de Finanzas han restado importancia a las advertencias de esas organizaciones de la sociedad civil y la respuesta ha sido que la deuda pública está dentro de los parámetros de sostenibilidad establecidos.
Composición
Según el análisis de la Dirección General de Crédito Público, el saldo de la deuda externa aumentó de 120,383.97 a 131,047.47 millones de lempiras de junio 2015 a junio 2016, o sea 10,663.5 millones más.
La deuda externa representa el 62% del saldo total del endeudamiento público total.
En cuanto a la deuda pública interna, el saldo se incrementó de 69,341.35 a 79,913.98 millones de lempiras, o sea 10.572.6 millones de lempiras. El 38% de la deuda pública total es interna.
De acuerdo con el Sefin, la composición por moneda de la cartera total de deuda está distribuida en 6,174.56 millones de dólares en moneda extranjera (67%) y $3,082.52 millones en moneda nacional (33%), lo que evidencia una mayor exposición al riesgo cambiario.
Asimismo, el 74% de las obligaciones adquiridas que componen la cartera total de deuda se encuentra a tasa fija, mientras que un 26% a tasa variable, evidenciando un riesgo medio de volatilidad en la tasas de interés, según el análisis de los expertos de Finanzas.