Tecnología

Sexo tántrico

Cada vez son más las parejas que descubren el sexo tántrico y encuentran en esta disciplina una tabla de salvación para su relación.

10.06.2015

Tegucigalpa, Honduras

En la búsqueda de nuevas experiencias sexuales tal vez te hayas topado con este término. Se trata de una disciplina oriental de tradición milenaria que puede dar un vuelco a tus relaciones de pareja.

Cada vez son más las parejas que descubren el sexo tántrico y encuentran en esta disciplina una tabla de salvación para sus relaciones de pareja.

Pero ¿en qué consiste?

Frente a las tradiciones religiosas judeocristianas en las que el cuerpo es visto como la residencia del pecado, en el tantra, que nace en India hace más de 4,000 años, se concibe como un receptáculo de lo divino. El sexo ya no es algo de lo que avergonzarse o un simple medio de reproducción, sino que se eleva a la categoría de vía de comunicación con Dios y lo sagrado.

El objetivo en el sexo tántrico es adorar al otro como si fuera un dios. De ahí, uno de sus aspectos más conocidos: las relaciones se prolongan, a veces durante horas, y la eyaculación se retrasa o incluso no se produce.

Lejos de la costumbre occidental de centrarse en el coito en sí, en el sexo tántrico la penetración se relega a un segundo plano y ni siquiera tiene por qué producirse.

¿Qué consejos prácticos pueden aplicarse para lograrlo?

Para empezar, lo más importante es hacerlo todo con la mayor lentitud posible, disfrutando cada momento. En los talleres se aconseja a las parejas acompasar su respiración, haciendo inspiraciones largas y profundas, que las lleven a un estado de compenetración con el otro.

Una vez acompasada la respiración se puede acompasar el movimiento. El sexo se convierte así en una danza armónica donde los cuerpos se comunican olvidándose de su entorno.

Es muy importante la preparación del ambiente. En los talleres de sexo tántrico se aconseja cuidar la privacidad, la luz, los olores... cualquier detalle que los haga sentir cómodos. Se recomienda además el suelo frente a la cama, porque facilita más movimientos que la cama convencional.

Se insiste también en la necesidad de olvidar tabúes y contar a la pareja todo lo que nos pase por la mente. Y, por supuesto, pedir aquello que se quiera.

¿Realmente no eyaculan los hombres?

Muchos hombres logran efectivamente controlar sus eyaculaciones practicando sexo tántrico. Para ello fortalecen la musculatura alrededor de la pelvis, tratan de conocerse bien mediante la masturbación (sobre todo saber hasta dónde pueden llegar) y, por supuesto, controlan la respiración. Así logran tener orgasmos sin eyacular.

En cuanto a las posturas, la postura tántrica por excelencia es el abrazo: los dos sentados se abrazan con piernas y rodillas tratando de sentir al máximo el cuerpo del otro.