Algunos no tienen problema en dar su nombre pero otros revelan su pensamiento sólo bajo condición de confidencialidad.
Es que en pleno siglo XXI muchos jóvenes continúan teniendo reservas a la hora de hablar de la virginidad. Pero en la mayoría de los casos, los reparos no se deben al deseo de no revelar detalles sexuales, sino a la concepción negativa que algunos tienen sobre la falta de iniciación sexual.
“No estaría con una mujer virgen” dice rotundamente un joven de 27 años, en una frase que representa a muchos otros que, a la hora del sexo, buscan a compañeras que sepan lo que hacen.
Esa idea también está presente en la mayoría de las mujeres, que desean relacionarse con hombres que tengan experiencia en el asunto. Sin embargo, también están los que critican la “excesiva liberación sexual” de los chicos y añoran encontrar a una persona virgen o “que no haya estado con todo el mundo” para compartir ese momento.
Entre quienes no tienen inconvenientes en dar su testimonio, prevalece la premisa del respeto hacia las distintas opciones personales y el cuestionamiento hacia la falta de cuidado en los adolescentes al comenzar su vida sexual.
Sin embargo, tanto en hombres como en mujeres persisten pensamientos con resabios machistas, que promueven la experimentación temprana en el hombre pero condenan la misma situación cuando se trata de la mujer. En todos los casos, coinciden en una sobrevaloración de la sexualidad -estimulada por los medios- y la falta de educación sexual adecuada tanto en el ámbito familiar como escolar.
Virgen a los 39
Casi como en la película “Virgen a los 40” , una mujer estadounidense aseguró ser célibe a los 39 años. Pero a diferencia del personaje que interpreta Steve Carell, Charlotte Baird no se avergüenza de ello y salió a contarlo en el periódico The Sun.
En la entrevista, la mujer manifestó haber tomado esta decisión a los 11 años, cuando se prometió a sí misma entregarse sólo al hombre correcto. Y aunque tuvo que ver cómo algunos hombres salieron corriendo al conocer su posición, no desiste en la idea de encontrar al indicado.
“Me siento mal por la gente joven que piensa que tiene que hacer ciertas cosas porque los de su generación lo hacen” expresó Charlotte, que forma parte de un grupo de célibes integrado por 6.000 personas, denominado “Celibrate”.
Con un nombre que hace alusión tanto al celibato como a la celebración, el grupo promueve un estilo de vida sin sexo, a través de su página www.celibrate.org.
“Ser célibe es algo que está bastante de moda porque significa tener el control de tu vida” asegura Baird, a contramano de la tendencia actual de debutar a más corta edad.
