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Mujeres y deseo

Los investigadores de la Universidad de California elaboraron una encuesta, cuyos resultados evidenciaron que correr o trotar todos los días duplica el deseo y la frecuencia de encuentros sexuales.

29.08.2014

Tegucigalpa, Honduras


Hay muchos momentos en los que las mujeres desean tener más sexo con su pareja, y dependen de diversos factores fisiológicos, emocionales y sicológicos, según expertos en temas de sexualidad.

1. Días fértiles. El deseo sexual de las mujeres se incrementa cuando se encuentran en su periodo de ovulación o en los llamados “días fértiles”. Durante este ciclo aumenta la producción estrógeno, hormona que influye en el aumento de libido o excitación.

2. Tras cena romántica con vino. Investigadores de la Universidad de Florencia, Italia, constataron la relación entre el consumo de una o dos copas de vino tinto con una mayor sexualidad.

Los investigadores explican que esta correlación se debe a que los antioxidantes y componentes químicos del vino tinto aumentan el flujo sanguíneo hacia las zonas clave del cuerpo para estimular el deseo. Por ello, la cena romántica es el marco ideal para tomar unas copas de vino tinto.

3. Después de correr. La Universidad de California establece que el ejercicio físico regular y moderado activa la producción de testosterona tanto en los hombres como en las mujeres, lo cual favorece el incremento del deseo aún en ellas.

Los investigadores de la Universidad de California elaboraron una encuesta, cuyos resultados evidenciaron que correr o trotar todos los días duplica el deseo y la frecuencia de encuentros sexuales, a diferencia de quienes realizan estas actividades durante 15 minutos diarios.

4. Durante el verano. Susana Cañellas, directora del departamento de Sicología Clínica de la Clínica Rotger de Palma de Mallorca, España, explica que es en esta época del año cuando las mujeres tienen mayor predisposición a mantener relaciones sexuales.

5. Baile. Hay bailes específicos como el tango que son sensuales por naturaleza, ya que permite armonizar el cuerpo con la mente y emociones, generando un ambiente íntimo por los movimientos que logran conectar a las parejas, situación que eleva el deseo sexual.

El tango es un baile de improvisación, permite la libre expresión de los sentimientos. Es una práctica de abrazo intenso con el que se liberan neurotransmisores y neurohormonas, que favorecen funciones fisiológicas, afirma Federico Trossero, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario en Argentina.