Los riesgos de tomar la Viagra (sildenafil), el famoso fármaco para la disfunción eréctil, puede que vayan más allá de lo que se creía.
Hasta ahora se pensaba que los que corrían riesgo sólo eran los pacientes que toman Viagra y que, además, tienen problemas con el corazón y toman pastillas de nitroglicerina. Sin embargo, una serie de cartas que publica el New England añade nuevos peligros.
En una de ellas, P. K. Shah, del Cedars-Sinai Medical Centre de Los Angeles, describe dos hombres con enfermedad cardiaca, pero que no estaban tomando nitroglicerina, que también tuvieron problemas al tomar la Viagra.
Uno de ellos es un paciente de 52 años, con el corazón dañado por un ataque cardiaco. Después de tomar Viagra, desarrolló un ritmo cardiaco anormal y su corazón tuvo que ser sometido a un shock para que volviese a volver a la normalidad.
Shah advierte de que se debería tener especial cuidado al recetar Viagra a los enfermos que tienen ritmos cardiacos anormales.
En otra carta, se describe a un individuo que sufrió un problema pulmonar fatal después de tomar sildenafil durante dos días. Los autores aconsejan precaución a la hora de prescribir este medicamento a personas que podrían tener mayor predisposición a padecer hemorragias pulmonares.
Por último, unos especialistas del Newton General Hospital de Covington, en EEUU, encontraron 15 casos de infección de vejiga entre las esposas de 100 pacientes que tomaron la Viagra.
En respuesta a estas cartas, otro grupo de científicos afirma lo contrario: que la Viagra es segura y que no aumenta el riesgo de infarto ni de hemorragia pulmonar.
El mes pasado, la FDA (Food and Drug Administration) informó de que se han identificado 69 muertes en EEUU que podrían estar relacionadas con la Viagra. Sin embargo, todavía no se ha demostrado una relación directa causa-efecto.
