Tecnología

Los Amigos que son un peligro en el matrimonio

Algunas amistades sociales, laborales o cibernéticas se pueden tornar peligrosas si no hay límites o se pierde el respeto

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11.01.2019

Tegucigalpa, Honduras
En las relaciones sentimentales existen amistades inofensivas, sin embargo, algunas pueden convertirse en un peligro para la estabilidad en el matrimonio. Cuídese de estas amistades.

¡Alerta!
-Amigos del sexo opuesto. A ninguna mujer u hombre coherente le gustaría que su pareja tenga una “mejor amiga (o)”, esta función solo le corresponde a la pareja. No es la primera vez que una relación de matrimonio se ha terminado porque el esposo (a) buscó refugio en una amiga (o) y terminaron enamorados.

-Amistades sociales. En este tipo de amistades poco a poco se puede cruzar la línea del respeto, la privacidad e incluso la intimidad. Algunos hasta pueden llegar a compartir los problemas que mantienen con su cónyuge, motivo que sin darse cuenta los puede llevar a involucrarse sentimentalmente. Cuidado con estas amistades.

-Amistades en línea. Las redes sociales se han convertido en un peligro para los matrimonios, sobre todo si no se les da buen uso.

Muchas personas se dan a la tarea de buscar a sus exparejas en las redes y ese es un problema. Un simple saludo puede remover sentimientos que se supone debieron haber terminado hace años, lo que puede dar lugar a nuevos romances que se tornar peligrosos. Cuidado... ¡Si juega con fuego se puede quemar! Evite el contacto con aquellas personas que podrían ser un obstáculo en su relación y sobre todo sea honesto con usted mismo y su pareja.

-Amistades laborales. Estas amistades en muchas ocasiones se han convertido en la manzana de la discordia. En el trabajo pasamos alrededor de ocho horas y nos relacionamos con todo tipo de personas, por eso es necesario poner límites, sobre todo con el sexo opuesto. De esta manera evitamos malos entendidos que puedan acarrear problemas en nuestra relación.

El experto
El psicoterapeuta Antonio Escobar afirma que es saludable que una pareja tenga amistades. Ya sean amigos de trabajo, amistades de hace años, otras parejas,siempre y cuando se mantenga límites. Si uno siente la necesidad de confiar una situación privada con un amigo(a) de confianza, esta bien, pero guardando cierta cautela y reconocer que ese consejo u opinión sucede porque uno lo pide, no porque el amigo(a) se siente en el derecho de opinar al respecto de nuestra vida en pareja o nuestra relación.