Salud y Belleza

Orinar fuera

Te decimos los verdaderos motivos de por qué hombres orinan fuera del inodoro.

07.09.2015

Tegucigalpa, Honduras

Mujeres, hay varios motivos por los cuales los hombres no aciertan a la hora de meter todo el chorro de orina entre los límites de la taza del excusado...

Estos, siempre que la creatividad masculina no aporte otros, son los motivos por los que los hombres lo dejan todo mojado:

1. La potencia inicial es imprevisible

Imprevisible, hasta cierto punto.La potencia con la que el orín saldrá no es fácil de calcular, si bien se pueden tener sensaciones aproximadas.

Los esfínteres en el momento de expulsar líquidos no están dedicados a enviar señales al dueño o a la dueña sobre cómo va a ser el chorro, suficiente esfuerzo hacen intentando controlarlo sin que sea doloroso.

2. La incógnita del chorro

El canal por el que sale ''el pipí'' no deja de ser el mismo por el que se expulsa el semen y las secreciones que acompañan la lubricación y la orina. Además, los últimos pliegues de la piel también pueden tener algo que decir.

3. El chorro, los chorros

Igual que las mujeres no tienen por qué tener un chorro uniforme, los hombres tampoco.

Aunque la idea clásica sea la de una línea perfecta, la realidad nos puede hacer topar con una aspersión de difícil control. O, a veces, incluso peor.

El hombre se puede encontrar con dos chorros a la vez.

4. Gota a gota

En ocasiones, en vez de controlar dos chorros, el varón ha de hacer un malabarismo más.

Y es que a los chorros propulsados se les suma una gota a gota que cae directamente vertical.

Eso obliga a los hombres a posicionarse encima del inodoro, pero a la vez apuntando un chorro que necesita cierto recorrido.

5. Apunta dentro, salpica fuera

Lanzar el pipí contra el agua del váter puede ser una buena manera de orinar de forma limpia, pero dependerá del diseño de la taza ¡y de la potencia del chorro!

¿Nunca has hecho 'del dos' y te ha remojado el agua? Pues lo mismo, y perdón por la intromisión. Por otro lado, orinar contra las paredes de la taza también puede provocar salpicaduras de mayor o menor grado.

6. Presurización turbo

Estar haciéndose encima o tener prisa por otro motivo pueden hacer que el hombre intente forzar la velocidad de la salida de líquidos.

Si bien se puede controlar una vez estabilizado el chorro, el desastre se avecina, sobre todo si los puntos anteriores no se alinean como los astros.

7. Bajada de presión insospechada

Supongamos, y sólo es una hipótesis, que lo tenemos todo controlado. Puede suceder que haya un cambio repentino de la presión incontrolado.

Normalmente será a menos, es decir nuestro varón manchará la parte saliente de la taza.

Pero también puede ser una subida repentina, y nuestro hombre ensuciará la parte trasera de la taza.

8. El maldito frío

El aparato reproductor masculino está muy influido por la temperatura.

El pene, y sobre todo, los testículos mantienen su temperatura acercándose o alejándose al pubis. ¿Y en invierno puedes imaginar cuán pegaditos están?.

A eso sumémosle unas manos frías y… que sea lo que dios quiera.

9. El laborioso final

Supongamos que todo ha ido bien, que es mucho suponer. Pues nos queda la doma del último chorro.

Al perder potencia la orina irá saliendo cada vez más cerca de la parte inferior del canal del pene (sin contar pliegues de la piel imprevistos).

Tal como al servir un vino y levantar la botella las últimas gotas cuestan de controlar, del mismo modo se rebelan las últimas gotas.

10. Bonus. La era del móvil

“Cuando conduzcas no mires el móvil” es un eslogan triste. ¿A quién se le ocurre mirar el móvil mientras conduce? Pues hay gente que lo hace.

Así que… ¿alguien pensaba que no hay quien consulta Facebook, Whatsapp o Tinder mientras intenta dominar los puntos anteriores?