Salud y Belleza

Chile y peso

Uno de los autores del trabajo, afirma que el picante no es, por sí solo, la panacea contra la obesidad.

18.09.2014

Tegucigalpa, Honduras

Una investigación ha añadido un mérito más a los picantes, desde el punto de vista del adelgazamiento: pueden reducir el apetito. Teniendo en cuenta todo lo bueno que ya se había demostrado acerca de las comidas picantes, este hallazgo debería hacer que nos inclináramos más aún por estos platos. Pero con prudencia.

Ya se sabía que el picante tiene un ligero efecto adelgazante al elevar la temperatura corporal y, con ello, el gasto de energía. Otra investigación realizada en Taiwan añadió a lo anterior la capacidad que tiene la capsaicina, el principio activo de los diversos tipos de pimientos picantes (pimentón, guindilla, chile, tabasco...), para inhibir la proliferación de nuevas células grasas y estimular la desaparición de las existentes.

Y ahora han sido investigadores de la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos) los que han dado un nuevo impulso a los platos picantes al afirmar que, además de hacernos gastar más calorías al aumentar la temperatura de nuestro cuerpo, disminuyen el apetito. Como dato curioso, esta disminución es mayor en los que no toman dichos platos de forma habitual.

Contrariamente a otros estudios, para llegar a sus conclusiones utilizaron cantidades de picante (concretamente, cayena) admisibles para la mayoría de los consumidores. Los voluntarios fueron divididos en dos grupos: el primero se formó con aquellos a los que les gustaba el picante y, por tanto, lo consumían con cierta asiduidad; el segundo, por los que no solían optar por este tipo de menús. De esta forma pudieron comprobar, como se ha indicado más arriba, que la disminución del apetito era mayor en este segundo grupo.

Sin embargo, Richard Mattes, uno de los autores del trabajo, afirma que el picante no es, por sí solo, la panacea contra la obesidad. Su uso puede ayudar, pero debe ser combinado con otras medidas, como una dieta saludable y ejercicio físico. Añade que es preferible consumir la cayena en la comida, y no en cápsulas, porque su sabor en la boca aumenta su eficacia en lo referente a incrementar el gasto energético y moderar el apetito.

Además de lo indicado por Mattes, hay que tener en cuenta que el consumo excesivo de platos picantes puede tener ciertos efectos negativos en la salud. Entre otros problemas, estimula las secreciones estomacales, con lo que puede existir cierto riesgo de úlcera gástrica. Por ello, debe consumirse con moderación. Y, en caso de duda, consultar con el especialista.