São Paulo
Una dieta feroz y ejercicio continúo fue a lo que se sometió la brasileña Angela Crickmore, de 36 años de edad para lograr la figura perfecta sin imaginar que al bajar 36 kilos su esposo la iba a dejar.
En declaraciones concedida a The Sun, Angela explica que ella estaba muy contenta con el resultado de la dieta y del ejercicio, pero que su entorno no ha llevado muy bien el cambio. “Dejé de cocinar a mi marido y a mis familiares. Les dije que ellos debían prepararse sus propias comidas”.
Pero eso no fue lo único que trastorno a su marido. Según revela la brasileña, sus curvas desaparecieron y su figura se volvió más musculosa, algo que a él no le agradó en absoluto y motivó el divorcio: su pareja se marchó y se llevó el hijo que ambos tienen.
Hay que destacar que la brasileña se tonificó tanto que abrió una página web en la que ha ido contando la transformación de su cuerpo y ha abrazado la cultura del body building, una filosofía de entrenamiento que practican hombres y mujeres que aman la musculatura.
P ero ante el rechazo de su entorno, Angela no ha reconsiderado sus gustos. Según explica en su página de Facebook “Es bueno no ser perfecto, es bueno no tener abdominales, es bueno tener estrías o celulitis, es bueno no tener las pestañas postizas… ¡Es bueno ser tú misma, simplemente, de la manera que eres, sin dejar que los demás determinen como tienes que ser!”.
Una dieta feroz y ejercicio continúo fue a lo que se sometió la brasileña Angela Crickmore, de 36 años de edad para lograr la figura perfecta sin imaginar que al bajar 36 kilos su esposo la iba a dejar.
En declaraciones concedida a The Sun, Angela explica que ella estaba muy contenta con el resultado de la dieta y del ejercicio, pero que su entorno no ha llevado muy bien el cambio. “Dejé de cocinar a mi marido y a mis familiares. Les dije que ellos debían prepararse sus propias comidas”.
Pero eso no fue lo único que trastorno a su marido. Según revela la brasileña, sus curvas desaparecieron y su figura se volvió más musculosa, algo que a él no le agradó en absoluto y motivó el divorcio: su pareja se marchó y se llevó el hijo que ambos tienen.
Hay que destacar que la brasileña se tonificó tanto que abrió una página web en la que ha ido contando la transformación de su cuerpo y ha abrazado la cultura del body building, una filosofía de entrenamiento que practican hombres y mujeres que aman la musculatura.
P ero ante el rechazo de su entorno, Angela no ha reconsiderado sus gustos. Según explica en su página de Facebook “Es bueno no ser perfecto, es bueno no tener abdominales, es bueno tener estrías o celulitis, es bueno no tener las pestañas postizas… ¡Es bueno ser tú misma, simplemente, de la manera que eres, sin dejar que los demás determinen como tienes que ser!”.
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