La abuela caníbal

Tamara Samsonova, de 68 años, fue arrestada el 28 de julio en San Petersburgo, acusada de asesinar y descuartizar al menos a 11 personas

Las sospechas comenzaron por los extraños movimientos que realizaba la anciana en el edificio en el que vivía.

Durante sucesivas madrugadas, vecinos la vieron sacando bolsas de plástico de su apartamento, que despedían un hedor insoportable.

Luego aparecieron los videos. Cuando la policía los tuvo en su poder, tras realizar una investigación que apuntaba claramente contra ella en torno a la muerte de 11 personas, la detuvieron.

En las últimas horas, la prensa rusa difundió algunas de estas imágenes. Fueron tomadas desde dos cámaras del edificio, una que filma desde la escalera que da a la puerta de salida y otra que está en el exterior.

La secuencia muestra lo que ocurrió entra las 02:21 y las 03:54 del sábado 25 de julio, tres días antes de su arresto.

Las imágenes permitieron ratificar el testimonio de los vecinos: Tamara Samsonova subía y bajaba llevando bolsas de residuos desde su apartamento a la calle. En la escena final, se la podía ver trasladando una olla que, según los investigadores, contenía la cabeza de una de sus víctimas.

La policía concluyó que se trataba de una vecina, Valentina Ulanova, de 79 años. Las otras víctimas incluyen a demás vecinos, exinquilinos y al esposo de Samsonova, a quien reportó como desaparecido hace 10 años.

En su casa hallaron un diario detallado de sus crímenes. Además, descubrieron evidencias que indican que se comía parte de los cuerpos que descuartizaba.

Se cree que estas prácticas se encuadraban en un rito caníbal ocultista.