KALARA, INDIA. -La boda del toro llamado “Nandeshwar” y su novia, la vaca “Nandini”, contó, incluso, con la participación de una banda musical, que amenizó la ceremonia.
El periódico noticiascuriosas.com informa que “los ‘novios’ estaban ‘trajeados’ para la ocasión.
“El toro con guirnaldas de colores y flores y una campanilla al cuello y la vaca con todo el cuerpo teñido de amarillo de polvos gulal, la frente adornada con una rama de helecho y el lomo cubierto por un manto rojo”.
Agregó que antes de la ceremonia se habían seguido los rituales hindúes. Que los hombres del pueblo habían ‘acompañado’ entre bailes al toro y las mujeres a la vaca, todo ello, para tratar de poner una solución a la falta de precipitaciones en la región.
Según el diario The Mirror de Inglaterra, la boda tuvo dos meses de organización y un costo de un millón de rupias indias.
Con el dinero se costearon todos los pormenores de la ceremonia, entre ellas el menú, los trajes y la contratación de los tamborileros y los músicos.
Esta boda no es algo nuevo. Hace cuatro años, los habitantes de otra población de este mismo estado, ‘casaron’ ante 5,000 invitados a la vaca Ganga y el buey Prakash para pedir que las tormentas y las plagas no estropeasen los cultivos.
Y hace dos, en el estado de Assam, dos ranas se casaron en el pueblo de Rongdoi, también siguiendo la tradición hindú, con el propósito de que llegara la lluvia muchas semanas después.
Las nupcias fueron organizadas por el tutor del Ganges, Gopal Patwari, para salvar la cosecha del estado de un “desastre natural”.
Según el Sr. Patwari: “Calamidades naturales como las tormentas de granizo y lluvias intensas se produjeron en zonas cercanas, destruyendo sus cultivos”.
“Para evitar que esto suceda a nuestros pueblos hemos organizado esta boda en el consejo de Sadhus y hombres santos”, dijo.
“Se nos ha dicho que esto mantendrá la paz en nuestro pueblo”, apuntó.
India es un país altamente dependiente de la agricultura, por lo que la falta de lluvias supone un grave problema para su población.
En 2016, el país vivió una grave sequía.
Se supone que para entonces, unos 330 millones de personas, un cuarto de la población india, se vieron afectadas por la sequía que golpeaba a un tercio de su territorio.
Los organizadores confían en que tras la boda, la buena suerte llegará a sus comunidades reflejada en las lluvias que tanto necesitan para sus cultivos.
