Editorial

Transformación del Juana Laínez

Los trabajos que actualmente se ejecutan en el cerro Juana Laínez proyectan convertir este lugar en un atractivo centro de recreación cuya primera fase muy pronto estará a la disposición de los capitalinos.

Hasta hace unos años, el Juana Laínez, considerado el pulmón de esta ciudad, y en cuya cima destaca el Monumento de la Paz, estaba totalmente olvidado, sin embargo ahora, gracias a una iniciativa ciudadana representada en la Fundación Ecológica de Tegucigalpa (FET) con apoyo de la Alcaldía Municipal y del gobierno central, se ejecutan una serie de trabajos de remodelación.

El presupuesto para transformar este sitio en un parque ecológico, que implica la construcción de senderos, plazas o glorietas y un anfiteatro, es de aproximadamente 100 millones de lempiras.

Solo la primera fase tiene un costo aproximado de 30 millones para la construcción de un sendero de 1.4 kilómetros y de seis glorietas o plazas, una de ellas con juegos infantiles. Hasta este momento se han invertido 12 millones en la construcción del primer sendero y de la plaza con los juegos infantiles que ya están por concluirse, por lo que pronto serán abiertos.

Además de mejorar la infraestructura, sobre esta área también es necesaria una reglamentación para mantener el orden y el cuidado de las obras y del bosque, ya que esta zona todos los años es utilizada para campañas de reforestación o siembra de árboles de manera desordenada.

Actualmente al cerro Juana Laínez lo protegen cuatro figuras legales: una declaratoria del centro histórico, un decreto como monumento estudiantil, una ordenanza municipal que lo denomina patrimonio de la ciudad y la declaratoria de la Alcaldía y diario EL HERALDO que lo eligieron símbolo de la identidad y orgullo capitalino.

Debido al alto costo que implican los trabajos de cambio, todavía hay oportunidad para aquellas empresas que quieran proyectarse socialmente financiando esta obra de carácter público.

Bien por esta ciudad, que dado su constante aumento poblacional, cada vez necesita más espacios para el esparcimiento, ya que por décadas ha carecido de ellos.