Editorial

Frenar los accidentes de tránsito

Los accidentes de tránsito constituyen la segunda causa de muerte violenta en Honduras, superada únicamente por los homicidios, según datos del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH).

Los medios de comunicación reportan todos los días este tipo de eventos, en los que mueren centenares de personas y muchas más quedan con algún tipo de discapacidad.

La carga para el sistema sanitario es alta, a tal grado que las salas de hospitalización de los hospitales nacionales y regionales del país se encuentran abarrotadas de personas víctimas de estos accidentes, que siguen ocurriendo a pesar de los constantes llamados a observar las leyes de tránsito al momento de conducir cualquier tipo de automotores.

La cruda realidad es que los conductores siguen abusando del exceso de velocidad en calles y carreteras que no son pistas de alta velocidad, alcoholizados o haciendo uso de aparatos móviles, entre otras malas prácticas que se han vuelto costumbre y que son las principales causas de estos siniestros.

El sábado anterior, como ejemplo, sucedió un accidente que arrebató la vida a una mujer y su hijo, quienes estaban circulando por la CA-5 en un auto que fue impactado por otro, que estaba siendo conducido por un hombre en estado de ebriedad, según las autoridades.

Este caso ha generado consternación en la población, que clama por el castigo del responsable de la muerte de la madre y su pequeño hijo y que dejó con heridas graves a cuatro personas más.

Reconocemos que abordar la problemática es complejo y requiere de un enfoque integral que combine medidas de educación, la aplicación irrestricta de las leyes de tránsito y la promoción de medidas preventivas para reducir la incidencia de estos accidentes, pero se debe actuar con urgencia.

Sumar el número de víctimas mortales debe dejar de ser la norma en estos casos.