Editorial

El salario mínimo y el diálogo nacional

Representantes de los sectores obrero y empresarial, con la mediación de la Secretaría del Trabajo, acordaron la semana anterior un incremento al salario mínimo de entre 5.5% y 7%, con efecto retroactivo desde enero del presente año. Los aumentos acordados para los años 2024 y 2025 equivalen aproximadamente a 450 y 1,070 lempiras. “Si bien no hay satisfacción plena, tampoco insatisfacción absoluta”, dijo un representante del sector obrero tras el anuncio de los acuerdos.

Los representantes del sector empresarial también se mostraron satisfechos por el acuerdo logrado en momentos en los que el país vive una situación complicada con respecto a la competitividad. Los aumentos podrán no ser los esperados por los trabajadores, sin embargo, no se puede ni debe desconocer que el paso dado es muy importante para el sector.

Los acuerdos llegan en momentos en los que la economía del país no pasa sus mejores momentos y el desempleo golpea con fuerza a la población económicamente activa, principalmente a los más jóvenes, que no encuentran oportunidades en el mercado laboral, lo que obliga a muchos a migrar a otros países, principalmente a los Estados Unidos en busca de empleo.

Los acuerdos alcanzados también dejan otra lección, la del diálogo como herramienta para buscar soluciones y alcanzar acuerdos alrededor de temas de interés nacional cuando hay voluntad política, respeto, tolerancia y ganas de salir adelante, tal cual lo demostraron los representantes de los tres sectores en las mesas de negociación del salario mínimo.

Esta debería ser la base para ir en busca de soluciones a otros temas de interés nacional que requieren la atención inmediata de las autoridades, como la generación de empleos, la atracción de inversiones, la invasión de tierras y la seguridad ciudadana, entre otros.