Editorial

Hondutel, en caída libre

Sí, así es. La otrora empresa más rentable del Estado, la “gallinita de los huevos de oro” para políticos y militares que han pasado por su administración, se debate hoy en día en la que es considerada la peor crisis financiera de su historia, y los analista y economistas advierten que se encamina a su desaparición.

A Hondutel le está pasando factura la pésima gestión de muchos de sus administradores que manejaron sus presupuestos sin control; el despilfarro de sus recursos, la corrupción, el clientelismo político y sus jugosos contratos colectivos.

Vienen a la memoria las denuncias de tráfico gris y fraude que le representó al Estado millones de dólares en pérdidas y el saqueo de sus bienes por parte de sus mismos empleados, entre otros tantos delitos dados a conocer con el paso del tiempo, sin que los responsables fueran juzgados por tribunales competentes.

También es cierto que con el paso del tiempo las autoridades gubernamentales han expuesto su interés de rescatar la empresa; presentado planes de rescate, hojas de ruta, hablando de buscar un socio estratégico internacional para salvarla de la quiebra y anunciando, casualmente el mes pasado, millonarias inversiones que incluirán la compra de un nuevo cable submarino que pueda doblar o triplicar los anchos de banda de internet.

Pero nada se hecho, todo ha sido pura palabrería, y la triste realidad es que la empresa en los últimos tres años ha registrado pérdidas por más de mil millones de lempiras y que sus ingresos no alcanzan ni para pagar los jugosos salarios que muchos de sus empleados todavía devengan.

Que Hondutel recupere sus tiempos de gloria parece lejano, pero es necesario que el Estado se tome en serio este problema, que no la deje morir y trabaje para salvarla de la quiebra total y ponerla nuevamente en la ruta del éxito. Tiene potencial para lograrlo.