Editorial

Una Honduras más competitiva

De la mano del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) ha llegado una buena noticia: Honduras subió dos puestos en el Reporte Global de Competitividad 2018-2019, el cual realiza un comparativo de 140 economías a nivel mundial con respecto a los principales pilares que sustentan su posicionamiento para la generación de desarrollo económico y la atracción de inversiones. Honduras pasó a ocupar la posición 101 del ranking y se convirtió en la única economía de la región en lograr ese avance. Con respecto al reporte anterior (2017), Costa Rica bajó una posición y se ubicó en la posición número 55; Nicaragua bajó tres lugares (hasta el 104), la República Dominicana se mantuvo en la posición 82 y El Salvador en el puesto 98. Guatemala bajó cinco puestos, hasta la posición 96, y Panamá registró la caída más estrepitosa, de nueve posiciones hasta el lugar 64.

Los buenos números para Honduras tienen sustento en la calidad y la conectividad de la red vial y la infraestructura portuaria. Y es que el país ha apostado fuerte a estos dos componentes en los últimos años. Las inversiones en infraestructura vial a finales de 2017 superaban los 48,000 millones de lempiras entre fondos públicos y privados, y a la par, la concesionaria de Puerto Cortés, la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), anunciaba inversiones en los últimos cinco años de más de 600 millones de lempiras en equipamiento, infraestructura y tecnología en las instalaciones de ese puerto.

El mejoramiento en el Índice envía un poderoso mensaje a los inversionistas globales de que Honduras está haciendo sus deberes en materia de ofrecer seguridad en la infraestructura productiva a fin de que la comunidad empresarial que se instale en el país tenga la certeza de que no sufrirá para el abastecimiento de la cadena de suministros, porque se cuenta con las carreteras, puertos y aeropuertos adecuados para enlazarse con los mercados internacionales, a la vez que abre las puertas para atraer los capitales necesarios para instalar fábricas, centros de servicios y otros mecanismos de producción para que generen los empleos productivos que el país necesita para asegurar la estabilidad de su economía y reducir la pobreza.