Editorial

La ENEE, el FMI y un nuevo Acuerdo Stand By

La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) bien podría ser una de las instituciones más exitosas del gobierno, pero no lo es, y más bien, con el transcurso del tiempo, se ha convertido en la principal carga financiera del Estado, y eso porque sus finanzas “han venido deteriorándose bruscamente a pesar del apoyo del gobierno central”.

Esta es una de las conclusiones de la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que vino al país en mayo pasado para evaluar el desempeño de la economía nacional, en el marco de lo establecido en el Artículo IV del convenio constitutivo con los países miembros.

Si bien cabe mencionar que el informe resalta el buen desempeño del país en su manejo macroeconómico, advierte, otra vez, sobre la necesidad de realizar esfuerzos más firmes para resolver la situación financiera de la ENEE, haciendo énfasis en el tamaño de la masa salarial, la transparencia y la eficacia del gasto.

Para mantener a flote las operaciones de la estatal eléctrica el gobierno ha tenido que inyectar en los últimos años alrededor de 1,200 millones de dólares para cumplir los atrasos de pago con los proveedores de energía, principalmente. Esa inyección de recursos se ha convertido en una amenaza para la estabilidad fiscal del país al disparar el saldo de la deuda pública.

El rescate de la ENEE es uno de los temas que se abordan en la Mesa de Energía, instancia donde participa el sector público y privado para aportar soluciones con la finalidad de sanear la empresa en un periodo de cinco años. No obstante, a pesar de la gravedad del problema, las alternativas para frenar el posible colapso de las finanzas de la ENEE aún no se ven.

Las actuales autoridades de la estatal y el mismo presidente de la República deben poner mayor atención a este problema, pues del cumplimiento de estas recomendaciones y del mejoramiento de las finanzas de la empresa de energía depende, en gran parte, la aprobación de un nuevo acuerdo stand by con el FMI, lo que permitirá a la administración del Estado la solución de los desequilibrios de la balanza de pagos en el marco de un programa de estabilización económica, y con ello continuar la ruta para afianzar el crecimiento de su economía.

Se espera que la negociación para el nuevo arreglo con el FMI comience a finales de septiembre.