Editorial

La confianza en el fiscal general

Las fuerzas políticas representadas en el Congreso Nacional decidieron darle un voto de confianza al fiscal Óscar Chinchilla ratificándolo en el cargo para un periodo adicional de cinco años. El fiscal Chinchilla ha tenido el apoyo de importante sectores de la sociedad civil y su labor es reconocida en la comunidad internacional.

Si bien se ha librado una lucha importante, no hay duda que es necesario profundizar contra los principales males que carcomen al Estado hondureño: la corrupción y la impunidad. Y ese es el reto fundamental de Chinchilla y sus colaboradores.

Como en Honduras es difícil quedar bien con todos, en este caso en particular hemos visto una mezquindad en demasía y un egoísmo enfermizo, cuando algunos sectores han sido incapaces de reconocer los méritos.

En medio de todo, el fiscal Chinchilla y su equipo han dado resultados en la lucha contra las redes del narcotráfico, la criminalidad y la corrupción, a lo mejor no como el país lo necesita, pero que se han dado pasos sustanciales es algo innegable.

Es importante entonces, seguir en recuperar la confianza del pueblo en el Ministerio Público y posicionarlo como la institución que debe ser, la que representa los intereses genuinos de la sociedad.

El apoyo y fortalecimiento de una alianza con la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) es impostergable, así como acciones firmes para acallar las voces que cuestionan el accionar del Ministerio Público en temas de derechos humanos y otros crímenes de impacto que han sacudido la conciencia de la sociedad en los últimos años, y se encuentran impunes. La lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se debe intensificar, demostrando a propios y extraños que los representantes de esos grupos ya no tienen cabida en la sociedad hondureña. Pero lo primero será volver al Ministerio Público un ente ágil, es decir que atienda las demandas de justicia de toda la sociedad, sin importar el estatus social del demandante.