El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha anunciado este domingo que ha concluido con el proceso de escrutinio especial a 4,753 actas de cierre que, según la Alianza de Oposición, fueron ingresadas al Sistema Integrado de Escrutinio y Divulgación Electoral justo cuando el mismo presentó fallas durante el proceso del conteo de votos la media noche del 26 de noviembre.
Las actas han sido contadas bajo la mirada de observadores nacionales e internacionales y sus resultados no alterarán el resultado de las elecciones (a favor del presidente Juan Orlando Hernández), según lo ha dicho el magistrado presidente, David Matamoros.
El TSE accedió a este conteo especial, así como a la revisión de la carga electoral en los departamentos de La Paz, intibucá y Lempiras, en cumplimiento de las observaciones al cuestionado proceso electoral realizados por la misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Me alegra ver que están siguiendo el mapa que les dio la OEA y puedan añadir confianza y transparencia al proceso para llegar a un resultado en el que podamos tener confianza”, dijo la encargada de negocios de la embajada de EE UU en Tegucigalpa, Heidi Fulton. “Estamos listos para trabajar con el que gane”, agregó.
La presencia de los observadores internacionales fue una de las exigencias de los partidos políticos participantes en el proceso electoral. Ellos han estado en el país dando un seguimiento casi milimétrico al mismo y sus recomendaciones han sido tomadas en cuenta. Vale ahora que sus recomendaciones sean escuchadas por ellos mismos.
El pueblo hondureño así lo demanda.
Honduras requiere de paz para sentar las bases de su desarrollo. Ese es el clamor de más del 60% de su población que vive en condiciones de pobreza. Hondureños que cada cuatro años van a las urnas con la esperanza de elegir gobernantes que luchen férreamente contra la corrupción y atiendan sus necesidades básicas de salud, educación y vivienda.
Hablar de una guerra civil, porque los resultados no favorecen a uno u otro candidato, es una irresponsabilidad.
