Editorial

Aplazancina en Educación

Queremos abrir un paréntesis en medio del acontecer político y del caos que hay en nuestro país. Eso sí, antes vamos a exigir madurez a nuestra clase política. Que prevalezca la voluntad soberana del pueblo hondureño expresada en las urnas el 26 de noviembre. Y que vuelvan la cordura y la paz.

Dicho lo anterior, nuestras reflexiones son a propósito de los preocupantes resultados obtenidos en el concurso para la selección de docentes, en el que participaron 16,563 aspirantes a las 7,383 plazas disponibles en el sistema educativo nacional.

Ni las mismas autoridades daban crédito a la aplazancina y dispusieron suspender temporalmente el proceso para verificar si el mayúsculo fracaso de los maestros tuvo otros motivos ajenos a sus saberes y capacidades. Y es que apenas el 6% de los docentes inscritos, es decir 1,109, aprobó las pruebas de conocimiento de la materia que pretendían impartir, de competencias y legislación educativa.

Hubo casos en los que ninguno de los aspirantes de algunos departamentos pasó las evaluaciones, entre ellos Gracias a Dios.

Estos resultados deben ser una señal de alarma para la sociedad, en particular para el sistema educativo y el gremio profesional.

Si este es el nivel de quienes reciben formación para educar a la niñez y juventud, ¿qué podemos esperar de los alumnos? La calidad educativa sigue siendo una utopía, pese a que es clave para el desarrollo de nuestro país. No basta solo con aumentar la cobertura, mejorar la infraestructura y reducir la deserción, la calidad de la enseñanza es fundamental para superar el lastre de la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, ningún gobierno ha tenido la visión para centrar esfuerzos en la calidad de la educación como la llave para la superación personal y el avance de la sociedad.

Finalmente, para cerrar el paréntesis, esperamos que el bajo rendimiento que han mostrado estos aspirantes a mentores sirva para impulsar los cambios que se requieran en el sistema de educación, porque hasta el sol de hoy y en función de los resultados debidos se encuentra también aplazado.