La entrega de 1.2 millones de tarjetas de identidad a través de las brigadas móviles organizadas por el Registro Nacional de las Personas (RNP) es una muestra que cuando un ente oficial quiere hacer bien las cosas, las hace.
Según las autoridades estatales, se pretende distribuir documentos de un viejo inventario, así como del nuevo, correspondiente a los que acaban de cumplir 18 años. Hace tres días se había reportado la entrega de más de 150 mil tarjetas.
Anteriormente, en la antesala del día de la elección, las autoridades del RNP de manera irresponsable ponían estos documentos en manos de los activistas de los dos partidos políticos tradicionales, quienes entregaban los que les convenían y retenían los otros.
Dos días después del ejercicio del sufragio, era indignante ver como miles de tarjetas de identidad aparecían botadas en las vías públicas o solares baldíos.
Que esta vez el Registro determinara formar 104 cuadrillas para ir a los 5,687 centros de votación ubicados en todo el territorio nacional a entregar el documento sin que intervengan los activistas de los partidos políticos fue una acertada decisión. Hacer las cosas bien y sin sectarismo genera confianza.
Las brigadas siguen con su trabajo por todo el país. Ahora solo falta que los ciudadanos se interesen por saber cuándo llegarán a su centro de votación y así ir a recoger su tarjeta de identidad, ya que este es un documento que no solo sirve para votar, sino para todo tipo de trámite personal.
Los que la tramitaron por primera vez y no saben dónde reclamarla, en la contraseña que el RNP les extendió al momento de la solicitud dice el centro de votación.
Aquellos que por una u otra razón no llegaron a recogerla el día, la hora y en lugar establecido tienen que acudir luego a los registros civiles municipales y en Tegucigalpa a la sede principal del RNP, ubicada en la colonia Miraflores.
Recientemente, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) llamó a las personas que solicitaron el documento para que acudan a los lugares indicados a retirarlo.
