Editorial

De la depredación al ecologismo

Gradualmente, los hondureños están tomando conciencia del grave daño que a lo largo del tiempo hemos ocasionado al ambiente, saqueándolo, contaminándolo, exterminándolo, tanto los bosques, las aguas, la atmósfera y la fauna como a los arrecifes coralinos, cuya recuperación, si posible, tardará años.

Esa saludable modificación conductual no ha sido fácil: en la lucha por la preservación de la Madre Tierra han sucumbido mártires ecologistas, tanto comunidades indígenas y garífunas, como compatriotas individuales, entre los que debe recordarse a Blanca Jeannette Kawas, Carlos Escaleras, Carlos Luna, Carlos Roberto Flores, José Mauricio Hernández, Carlos Arturo Reyes, Berta Cáceres, entre otros, víctimas de un modelo económico extractivista y depredador, que enfatiza las ganancias a corto plazo.

Hoy, instituciones educativas privadas y públicas, empresas comerciales, entes estatales, coordinan esfuerzos y recursos para transformar a nuestro país en un espacio geográfico acogedor, sano, productivo, en que el turismo ecológico reviste prioridad mediante la creación de parques nacionales, programas de reforestación y descontaminación, y vedas pesqueras.

Diario EL HERALDO también se ha sumado a este meritorio empeño por medio de reportajes, campañas como Escuelas Amigables con el Ambiente, apoyo a clubes ecológicos, esfuerzos que han sido bien recibidos por parte de pobladores, maestros, alumnos, padres de familia, autoridades nacionales y locales.

Hemos escogido como centro piloto a Choluteca, en la zona sur, por ser la región más ecológicamente dañada por la tala de sus bosques para ser convertido en pastizales, el uso excesivo de pesticidas en la agricultura, la explotación minera no regulada, la alta tasa demográfica que ha inducido a miles de sus habitantes a migrar hacia otras regiones del país.

Un erróneo sentido del progreso debe dar paso al desarrollo humano sostenible e integral, con biodiversidad y una ecología humana y natural en recíproco equilibrio en que las tecnologías constituyen instrumentos eficaces para una óptima calidad de vida.