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Reinsistiendo en el buen crecimiento económico

El crecimiento económico es necesario, pero, insuficiente para garantizar avances en los niveles de desarrollo. El fin primordial de la actividad económica debe ser mejorar los niveles de bienestar de la mayor cantidad posible de población. Hay que producir más, distribuir mejor y sincronizar eficientemente otros elementos.

Que el crecimiento económico sea insuficiente, no significa que no sea importante aumentar el Producto Interior Bruto (PIB) real, sino que, es indispensable crecer, pero debe darse bajo determinados requisitos. La actividad económica debe aumentar en términos reales. Debe cumplirse no sólo con los cinco requisitos que mencionamos en anteriores ensayos, tenemos que reinsistir y hablar de un total de diez características o requisitos del buen crecimiento económico. Los primeros cinco son: la más alta tasa de crecimiento posible, sostenibilidad en el tiempo, crecimiento equilibrado entre rubros productivos, sustentabilidad ambiental y crecimiento incluyente.

Nuestros trabajos de investigación continúan y agregamos otros requisitos para el buen crecimiento que se traduzca en desarrollo. Redondeemos algunas ideas sobre estos nuevos requisitos. Estos requisitos adicionales son: grado de complejidad económica; acercamiento o tendencia hacia la producción potencial; evidencia clara de transición de una economía pequeña a una economía grande, lo que implica PIB per cápita alto o, en última instancia, que supere o se aproxime al promedio mundial en términos nominales, es decir, unos US$8,000 anuales en términos nominales de 2021, actualmente estamos en US$2,500; un crecimiento ampliado que llegue más allá del PIB tradicional, un PIB “integral; crecimiento con producción potencial dinámica, que implica ampliar ese umbral productivo con progreso técnico.

No es lo mismo que Honduras crezca a un 4% que Brasil crezca a un 1.5%. Brasil está mucho más adelante que Honduras. En lo que va del siglo XXI, Honduras ha crecido a un promedio anual no mayor al 3.5% o, incluso menos, alejado de generar suficientes empleos. Honduras requiere de una tasa del 7% anual como mínimo. China creció durante 30 años a partir de 1978 al 10% anual en promedio. Se proyecta que en 2030 alcance el PIB de EUA.

Pasar de una economía simple a una compleja, como lo hicieron las economías más desarrolladas, en contraste con las más pobres que producen una menor variedad de bienes y que se complican para competir en el mercado mundial. Los países que en general dependen de uno o de pocos bienes de exportación particularmente del sector primario, son economías simples con muy poca ventaja comparativa con bajos niveles de crecimiento económico, escaso nivel educativo e ingresos per cápita estancados. Alcanzar dinámicamente la producción potencial. Honduras está
-por lo menos- a la mitad de su producción potencial. Está obligada a crecer a las más altas posibles en los próximos años (siempre con sustentabilidad ambiental, equilibrio productivo inter rama y mejorando la inclusión). Logrado ese acercamiento, es necesario ampliar ese nivel de producción potencial ya sea aprovechando el menor incremento demográfico, pero especialmente, mediante mejora tecnológico-educativa y mayor grado de complejidad económica.

Un crecimiento económico que vaya más allá del PIB. La medición tradicional de la producción todavía es el referente económico más utilizado (junto al PNB y sus valoraciones a precios corrientes o constantes, enfoques de valor de la producción, gasto, ingreso y valor agregado. El propio creador del concepto del PIB en los años 20 (Simón Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971) fue autocrítico respecto a las limitaciones de esa medición.