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El crédito barato fracasa

Uno de mis primeros trabajos en el Banco Central de Honduras (BCH) consistió en acompañar a dos colegas experimentados encargados de elaborar un informe acerca de la situación financiera del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa). En ese entonces (1979), mis compañeros terminaron concluyendo que el banco agrícola tenía un agujero de 100 millones de lempiras, es decir, que la entidad estaba descapitalizada (quebrada).

Para salir del apuro ese faltante se convirtió en una deuda que el gobierno debería asumir en tiempo indeterminado, lo cual al final no resolvió el problema, ya que Banadesa sigue inviable financieramente, a pesar del gran esfuerzo que han hecho sus nuevas autoridades, las cuales han logrado reducir la mora de un 82.0% a tan sólo 46.0%, lo que para un banco comercial representaría toda una catástrofe.

Los expertos en finanzas desde hace tiempo han planteado que dar crédito barato o subsidiado es una mala política gubernamental, especialmente cuando se trata de financiar el agro o la vivienda. Sin embargo, en el imaginario popular persiste el mito que los préstamos gubernamentales a bajas tasas de interés son algo bueno porque estimulan la inversión, el consumo y la producción.

Como no espero que muchos políticos y grandes expertos acepten mis argumentos, le pregunté a una inteligencia artificial (Aria) lo relativo al tema, y su respuesta fue la siguiente: Desventajas del crédito gubernamental barato en agricultura: dependencia del crédito. Los agricultores pueden volverse dependientes del crédito gubernamental barato y tener dificultades para acceder a otras fuentes de financiamiento. Esto puede limitar su capacidad para diversificar sus fuentes de ingresos y hacer frente a situaciones imprevistas. Distorsión del mercado: el crédito gubernamental barato puede distorsionar el mercado al crear una competencia desleal para los agricultores que no reciben este tipo de financiamiento.

Esto puede afectar la eficiencia y la equidad en el sector agrícola. Riesgo moral: el acceso fácil y barato al crédito gubernamental puede llevar a un comportamiento irresponsable por parte de los agricultores. Pueden tomar decisiones de inversión arriesgadas o no gestionar adecuadamente sus finanzas, ya que confían en que el gobierno los respaldará en caso de dificultades. Burocracia y corrupción: la distribución del crédito gubernamental puede estar sujeta a burocracia y corrupción, lo que dificulta su acceso para aquellos que realmente lo necesitan. Esto puede generar desigualdades y favorecer a ciertos grupos o individuos.

Desventajas del crédito gubernamental barato en vivienda: Sobreendeudamiento: el acceso fácil y barato al crédito gubernamental puede llevar a un sobreendeudamiento de los hogares. Si los prestatarios no pueden pagar sus préstamos, esto puede llevar a problemas financieros y a la pérdida de viviendas. Inflación de precios: el crédito gubernamental barato puede aumentar la demanda de viviendas, lo que a su vez puede llevar a un aumento en los precios de las propiedades. Esto puede dificultar el acceso a la vivienda para aquellos que no pueden beneficiarse del crédito gubernamental.