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Economía y deportes, ¿tienen relación?

El deporte tiene una fuerte relación con el grado de desarrollo de los países. Solamente es cuestión de ver el medallero olímpico histórico (MOH) para confirmar tal vinculación.

No hay sorpresas a nivel global. Guste o no, Estados Unidos encabeza ese ilustrativo listado (previo a París 2024). Son más de 2,600 preseas en los tres codiciados metales (oro, plata y bronce). De las cuales, 1,069 son doradas, de un total de un poco más de 5,500 (el 20%) repartidas a lo largo de la historia olímpica mundial contemporánea. Detrás de esos logros está una economía que ha destinado gigantescos recursos públicos y privados que han servido para identificar talentos, cultivar y multiplicar capacidades, y construir y renovar infinidad de instalaciones para tales fines. Los ricos también tienen tiempo, apoyo y condiciones materiales para triunfar en los deportes que se propongan.

El deporte solo es una manera diferente de conocer la realidad de los países. Tampoco es una relación “lineal” y determinística con el grado de desarrollo económico. También se dan “sorpresas” en los países de menor desarrollo. Todos los países tienen lo suyo dentro de la somatocarta y biotipología pero, los talentos iniciales pueden ser multiplicados en la búsqueda de avances en el crecimiento y desarrollo económicos. Puede ocurrir algo similar en las demás facetas o dimensiones del desarrollo. No hay imposibles pero, indudablemente existen los grados de dificultad dependiendo de la economía y administración de los recursos y del grado de visión de las élites gobernantes según el país.

Las “sorpresas” podrían enumerarse pensando por ejemplo, en los países africanos, que siendo considerados la región más carenciada del planeta, producen a los futbolistas estrellas de las multimillonarias ligas europeas. Sin olvidar la tradición de contar con quizás los mejores competidores en atletismo. Circunscribiéndonos al MOH, sobresalen Kenia y Sudáfrica con 113 y 91 preseas totales. Nada despreciables números considerando el ritmo de potencias europeas medianas (Dinamarca, Bélgica, España y Grecia entre otras).

A nivel macro, no puede soslayarse tampoco las grandes inversiones y efectos en la economía de los países y ciudades que logran ser sedes. Se estima que los juegos en París implicarán un costo de organización de aproximadamente 4,500 millones de euros. A precios de 2021, los juegos más caros han sido los de Beijing en 2008 en un monto aproximado de más de 50 mil millones de dólares y que, los de mayor superávit han sido los de Los Ángeles en 1984.

Otra sorpresa: a nivel del continente americano sobresale después de los EUA, las 235 medallas totales, 84 de oro, alcanzadas por Cuba. Guste o no, a algunas personas. Las medallas de oro de Cuba superan a la suma conjunta de los 3 hermanos mayores latinoamericanos (Brasil, México y Argentina). En el Caribe, aparecen también otros buenos ejemplos de países pequeños con logros significativos como Jamaica, Bahamas, Trinidad y Tobago, República Dominicana, y otros. Honduras, todavía está en la lista de la oquedad sin una sola presea que ya tienen hasta países como Haití, Yibuti, Burkina Faso, Eritrea, Togo, Antillas Neerlandesas, Barbados, Mauricio, Sudán, Tonga, Guyana y Mónaco. En el contexto centroamericano, únicamente Panamá, Costa Rica y Guatemala han ganado aunque sea un reducido número de medallas.

Como en todos los demás quehaceres, artes y ciencias, es indispensable que los países vayan avanzando en etapas hasta llegar a las competiciones mundiales. Honduras también tiene deuda en tomar en serio el deporte, incluido el fútbol.