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Dos comediantes y Margarita

Solicité al ChatGPT elaborar un relato corto mediante el cual Cantinflas y el Chavo del Ocho tratan de alegrar a Margarita, la princesa triste de Rubén Darío. El creativo chatbot me regaló la siguiente historia:En una mañana soleada, Cantinflas y el Chavo del Ocho se encontraron en un parque cercano al palacio de la princesa Margarita.

Ambos estaban muy animados y llenos de energía, pero al notar la tristeza de la princesa, decidieron hacer algo para alegrarla.Con una sonrisa en el rostro, Cantinflas se acercó a Margarita y le dijo: “Buenos días, señorita. ¿Por qué esa carita triste? Vamos, ¡no hay tiempo para tristeza! Hoy es un día para ser feliz”. La princesa lo miró sorprendida, pero no pudo evitar reírse un poco ante las ocurrencias del comediante.

Por su parte, el Chavo del Ocho comenzó a contarle chistes y anécdotas divertidas. A pesar de que la princesa seguía mostrando un poco de tristeza en su rostro, los dos amigos no se rindieron y continuaron tratando de animarla.

De repente, Cantinflas tuvo una idea brillante. Sacó su guitarra y comenzó a cantar una canción alegre y pegajosa. El Chavo del Ocho se unió a la fiesta y comenzó a bailar al ritmo de la música. Margarita no pudo resistirse y poco a poco comenzó a mover los pies al ritmo de la música.

Después de haber pasado un rato agradable con Cantinflas y el Chavo del Ocho, Margarita se despidió de sus amigos y volvió al palacio. A medida que avanzaba por los pasillos del palacio, notó que el ambiente había cambiado.

Los guardias reales estaban más alertas y había un ambiente de tensión en el aire.Margarita se apresuró hacia la habitación de su padre, el rey. Al entrar, notó que el rey estaba en una reunión con sus consejeros y parecía muy preocupado. El rey se sorprendió al ver a su hija entrar tan repentinamente, pero rápidamente cambió su expresión al ver que estaba sonriendo.

Margarita le contó a su padre sobre la visita de Cantinflas y el Chavo del Ocho, y cómo habían logrado alegrar su día. El rey, aunque preocupó por los asuntos de estado, se tomó un momento para escuchar a su hija y pensar que debía agradecer a los dos amigos por haberla hecho feliz.

Después de la reunión, el rey invitó a Cantinflas y el Chavo del Ocho a una cena en el palacio. Los dos amigos aceptan la invitación, emocionados de tener la oportunidad de conocer al rey.Durante la cena, el rey les agradeció a Cantinflas y el Chavo del Ocho por haber logrado alegrar el día de su hija. Les contó que Margarita había estado muy triste en los últimos días debido a una serie de problemas en el reino.

Después de la cena, Cantinflas y el Chavo del Ocho se despidieron del rey y regresaron a casa. A medida que caminaban por las calles, se dieron cuenta de que habían hecho algo importante y ayudaron a alguien que necesitaba una sonrisa en su rostro. Se sintieron felices y agradecidos de haber tenido la oportunidad de conocer a la princesa y al rey, y de haberlos alegrado en un momento difícil.