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Captura inminente de Tegucigalpa

La marcha de Ferrera y sus tropas intentó ser frenada por los defensores, en la batalla de Zambrano, iniciada el 4 de marzo. Así fue descrita por “El Indio”: “Ayer a las 4.30 pm, de improviso, chocamos con el enemigo fuertemente atrincherado...Nuestra caballería fue sorprendida y casi deshecha; pero inmediatamente fue apoyada por los coroneles Cristóbal Gutiérrez, Pedro G. Domínguez, Fulgencio Machado y Blas Domínguez. Los fuegos se iniciaron con extremada violencia. A las 5 y media se ordenó a los coroneles Pragedes (sic) García y Juan Z. Pérez un ataque por nuestra derecha...Este ataque principió a hacer vacilar al enemigo. A las 7 de la noche se ordenó una carga a machete. Así logramos quitar a las fuerzas de la dictadura sus primeras posiciones, pero el combate continuó durante toda la noche y varió hasta hoy a las 8 de la mañana, que triunfamos definitivamente. Fueron deshechos mil trescientos hombres, provistos de artillería, ametralladoras y abundantes cartuchos. Capturamos 2 ametralladoras Thompson y parte del tren de guerra...El desastre de los dictatoriales ha sido completo, pero hemos necesitado hacer grandes esfuerzos, ya que los elementos que combatíamos constituían lo esencial y selecto para la Dictadura”.

En último intento por encontrar aliados, Arias abandonó el 5 de marzo Tegucigalpa rumbo a El Salvador y Guatemala; previamente Zúniga Huete había realizado igual gestión, sin éxito. En el norte, Tela y Puerto Cortés ya estaban en poder de Tosta.

El Cuerpo Diplomático, por iniciativa del ministro estadounidense Morales propuso crear una zona neutral en Tegucigalpa como refugio para la población civil, nacional y extranjera. También la llegada de marines a bordo del crucero Milwaukee, anclado en Amapala, propuesta no aceptada por el representante mexicano por ser contraria al principio de no intervención en los asuntos internos de otro país, sostenida por su gobierno. Ferrera presentó ultimátum: se rinden incondicionalmente los defensores o captura Tegucigalpa por asalto, rechazado por el gobierno, cuando era la última oportunidad para evitar adicional baño de sangre: ya no existía alternativa viable más que capitular.

Al ser visitado por los diplomáticos, propuso, además de la rendición, la formación de un gabinete integrado por dos miembros de cada uno de los partidos, su nombramiento como comandante en jefe del Ejército, ocupando sus fuerzas Tegucigalpa y las gubernamentales concentradas en Comayagüela. Fecha final de entrega de la capital: el 13 de marzo, caso contrario emprendería el asalto final.. Nuevo rechazo oficialista. Al fallecer López Gutiérrez el 10, el Consejo de Ministros asumió el Poder Ejecutivo.

Washington, conjuntamente con los gobiernos salvadoreño, guatemalteco y nicaragüense, propone conferencia a celebrarse en Amapala para restaurar la paz, integrada por representantes de las cuatro naciones más delegados gubernamentales y opositores. Ferrera acepta la iniciativa, previa entrega de la plaza. El Consejo de Ministros anuente a la Conferencia.

Ferrera y su ejército ya están acantonados en Toncontín, capturando la estación inalámbrica Tropical Radio, en Las Torres, propiedad de la United Fruit, al igual que el Estiquirín. Era inminente el ataque final con la consiguiente hemorragia, destrucción, caos, luto.