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Criptomonedas o 'el oro de los tontos”

All that gliters is not gold. William Shakespeare, poeta y dramaturgo inglés, inmortalizó en la obra “El mercader de Venecia” la anterior expresión que se traduce como: “Todo lo que brilla no es oro.” La frase es una clara advertencia para evitar que caigamos en desgracia por la incapacidad o la novatez de discriminar sobre la autenticidad de un metal, pasado por valioso, resultando al final, estafados.

Ejemplos clásicos son las estafas con pirita (material de poco valor muy parecido al oro) durante los años de la “fiebre del oro” en California y posteriormente el “campo de diamantes”, también de California, que inventaron dos estafadores de Kentucky en 1870, con el cual estafaron a miles de personas que invirtieron en la “empresa”. Con la “fiebre pandémica” activa desde 2019, nuevos estafadores han salido a cazar ilusos y novatos financieramente desesperados, para sacarles el dinero de sus ahorros bajo la promesa de “hacerse ricos rápidamente” mediante la inversión en criptomonedas.

Uno de los más famosos creadores de criptomonedas, Jackson Palmer, ha revelado que este es un sistema que solamente beneficia a un muy pequeño grupo de manipuladores de los mercados financieros. Palmer se ha retirado del negocio de las criptomonedas y se ha convertido en uno de sus acérrimos críticos. Con la sonada entrada al mercado salvadoreño del Bitcóin, han surgido en Honduras algunos intentos de aprovechar la coyuntura, introduciendo y promocionando criptomonedas que se ofrecen como oportunidades de inversión fácil, segura y rentable, pero que nadie advierte sobre el peligro potencial que encierran. Se ha comprobado que muchos de estas “inversiones” disfrazadas de criptomonedas no son más que una estafa tipo “Ponzi” o Estafa Piramidal, diseñada para quitarle el dinero a los tontos incautos.

En la actualidad existen más de 4,000 criptomonedas en todo el mundo, pero la volatilidad del mercado de las criptodivisas y su fragilidad en cuanto a seguridad financiera convierten a este sector de inversión en uno muy riesgoso para aquellos que quieren “convertirse en ricos” de la noche a la mañana. Lo más sabio que podemos hacer, mientras las criptomonedas se vuelven más seguras, es adquirir conocimiento, información y experiencia en este campo y no creerles a los supuestos gurúes financieros.

Usualmente estos estafadores de oficio hacen gala de ostentosas presentaciones, charlas, conferencias en hoteles, utilización de personajes de la farándula, contratación de medios electrónicos de comunicación y divulgación, y un gran despliegue de información alrededor de su producto, con la idea de atraer a inversionistas dispuestos a hacerse millonarios en un santiamén.

Una de las estafas más grandes fue la de la búlgara Ruja Ignatova y su moneda “OneCoin” utilizando el mismo sistema piramidal y quien fácilmente estafó a miles de personas de 175 países por varios miles de millones de dólares. Ruja está prófuga. Así que, si usted quiere hacerse millonario en menos de lo que canta un gallo con criptomonedas, mejor píenselo dos veces antes de quedar más pobre que el día que vino al mundo, sin ropa, sucio y llorando, porque esa es una gran posibilidad de ocurrencia. Todo lo que brilla es oro… O criptomonedas.