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'El Chapo”: lo que el viento no se llevó

El narcotraficante más célebre del mundo de este siglo ha sido condenado a pasar el resto de su vida en una cárcel de Estados Unidos. Guzmán, de 62 años, sin alterarse en su silla, con la mirada escarbando las estrellas de la bandera norteamericana, vestido de traje gris, camisa morada y corbata, escuchó su sentencia en una corte federal de Nueva York por el juez Brian Cogan, quien dijo que sus crímenes fueron de “maldad avasalladora”.

El gobierno de Estados Unidos ha calculado la fortuna de Joaquín Guzmán Loera en 12,666 millones de dólares y ha girado una orden con el propósito de confiscarlos. La periodista Anabel Hernández, de Aristegui Noticias, reportó una información proporcionada por la Fiscalía General de la República de México, donde expone que solo fue capaz de encontrarle a “El Chapo” y su familia tres relojes, un inmueble, cinco armas de fuego, 171 cartuchos, cinco cargadores, una computadora y tres teléfonos celulares.

No obstante, las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto hablaban del combate al narcotráfico, e incluso con los millones de dólares en vehículos, helicópteros, armamento y equipo de inteligencia comprados con recursos públicos de México y de los EE UU a través del Plan Mérida, que no confiscaron prácticamente bienes a Guzmán, a sus parejas sentimentales, hijos y familiares políticos. Este “milagro” fue posible, según los testimonios de los exintegrantes del Cartel de Sinaloa presentados por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York durante los tres meses de juicio contra “El Chapo”, el común denominador de las tres gestiones que prácticamente no aseguraron bienes a Guzmán Loera, porque funcionarios del más alto nivel recibieron millonarios sobornos, incluyendo a los dos expresidentes, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

En Honduras, este también daba sus tours dejando rastros de dinero en sobornos y el silencio de las autoridades y del mismo narcotraficante quedó enterrado en los túneles del silencio, que él mimo cavaba con el objetivo de fugarse de su historial criminal.

Alexander Cifuentes Villa, ex mano derecha de “El Chapo”, dio su declaración como testigo en el juicio que se le sigue a su exjefe e hizo una revelación de gran impacto. Cifuentes declaró bajo juramento en la Corte de Nueva York donde expresó que compraron fincas en Honduras a fin de facilitar el transporte de cocaína, heroína y metanfetaminas, específicamente en el departamento de Copán, donde tendría su escondite y centro de operaciones el narcotraficante más poderoso.

Aquí fue su santuario de descanso, escondite temporal y base de operaciones en una trama de negocios y favores que presuntamente involucra a políticos, militares, policías y empresarios, reclutados por el Cartel de Sinaloa, una de las más poderosas organizaciones criminales de México, establece la publicación del diario El Universal de México.

Sin embargo, el viento implacable del olvido arrasó con los cómplices y los que quedan, rogaban para que fuera ejecutado, pero no: “El Chapo” tendrá la vida entera, por si alguna vez quiere cantar la canción de la memoria hondureña.