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Falta una foto en el altra A Doña Gladis Lanza

Una alumna de primer año de la carrera de Hostelería y Turismo, del instituto en donde laboro, se me acercó y en tono imperativo me dijo: “Profe… falta una foto en el altar de la patria”.

Me quedé pensando unos segundos, repasamos juntos las fotografías de próceres y héroes en los altares cívicos ubicados en la entrada a las oficinas del colegio.

“Todos están igualitos”, afirmó la joven. “Creo que tenés razón”, le dije. “Así es profe”, respondió, con una sonrisa de triunfo en su rostro.

“Mire profe, ¿por qué somos tan machistas? Puros hombres en esas fotos, ¿no le parece que falta una mujer? Y una mujer valiente, tanto o más que Morazán”.

“¡Ah, claro!”, le dije, “hace falta la maestra”. “Sí”, enfatizó triunfante. Y prosiguió: “Dice la profe que doña Visitación Padilla fue una mujer patriota y luchadora, que tuvo valor de oponerse a que hubieran militares extranjeros en nuestro país”. “Sí”, le agregué, “y qué bueno sería que viviera hoy para poder usar el aeropuerto de Palmerola en donde está la base del ejército de los Estados Unidos”.

Luego me preguntó: “¿Es cierto que en el Congreso Nacional la declararon Heroína Nacional?”. “Sí”, le dije. “Fijate que cuando eso sucedió me quedé sorprendido, porque en el Congreso la mayoría de diputados son conservadores y reconocer los méritos de una mujer tan íntegra como la maestra, que luchó contra tantas cosas que ellos hoy promueven y defienden, no deja de ser un hecho difícil de entender.

Tomá en cuenta que los diputados casi siempre defienden la presencia de tropas del ejército estadounidense en Honduras y ella siempre se opuso a eso”. -“Profe, ¿y es cierto que doña Visitación Padilla fue una gran lectora?”. -“Cómo que no, fijate que dice la historia que solo recibía su salario y corría a las librerías a comprar las más recientes obras literarias, filosóficas o científicas.

Aquí los libros siempre han sido caros, pero ella sabía que la lectura le daría sabiduría para su lucha en defensa de la patria y de los demás. Ahora te pregunto yo a vos -le dije-: ¿Qué es lo más importante que hizo la maestra Visitación Padilla, según tu criterio?”.

“Pucha profe, con esa pregunta me parece que estoy en examen y a mis compañeros esas preguntas así les dan pánico. Yo leí en un folleto moradito que nos regalaron que Doña Visitación fue una gran defensora de los derechos políticos, civiles y sociales de la mujer hondureña.

Eso me parece que es lo más importante, aunque es una lucha que hay que seguir, pues siempre las mujeres estamos de menos. Imagínese que ni usted pone la foto de doña Visitación en el altar de su oficina”. “Bueno”, le dije, “hoy sí me fregaste.

Te prometo buscar una foto de ella y la pondré en este altar cívico”. “Y solo en este”, me replicó. “Vaya pues, vamos a buscar varias fotos para honrar la memoria de la heroína”. “Profe”, me dijo, “fíjese que leí un libro sobre la vida de doña Visitación que escribió un tal José Gonzales”.

“Es mi amigo”, le dije orgulloso. “A mí me gustaría que todos los profes fueran como doña Visitación”, agregó. Se despidió y se fue. En medio de un gran suspiro comenzamos a buscar unas fotos que me regaló doña Gladis Lanza y Merlín Eguiguren hace unos cuantos años. Con la profesora Maricela agregamos las fotografías de la maestra Visitación Padilla en los altares cívicos del instituto y recibimos con alegría la lección de nuestra alumna lenca.