Soportamos un sistema creado por los que cogobiernan con el poder económico donde el ciudadano no tiene opciones y su opinión no tiene valor. Los que manipulan el poder hacen con él lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Te guste o no. No es lo mismo mandar que gobernar.
Ya no nos sorprende nada, somos pasivos, aceptadores y receptivos en permanentes pruebas de resistencia, tanto así que ante cualquier nuevo acontecimiento sabemos desde antes cuál será el resultado que aparentemente a nadie le importa y menos interesa a los autores “intelectuales”-así les dicen- y materiales de los desaguisados que son constantes demostraciones del juego del poder, por joder.
La penúltima actuación, nunca tendremos una última en este permanente circo, la llamaron “Pandora” por la cantidad de personajes que aparentemente participaron en los delitos
publicitados para darle “sabor al caldo”, porque nos entretienen como pusilánimes (pendejos) sin capacidad de respuesta ni reacción de protesta.
Siempre expectantes con lo que vendrá mañana y como venga lo asumimos.
“Zeus, bajo la apariencia de un bien, había creado un engañoso mal, al que llamó Pandora, la omnidotada, que comprende y abarca todo… se considera abrir la caja de Pandora como el hecho de arriesgarse por curiosidad a dejar salir lo malo… que alguno de los actos que realizamos en la vida nos van a traer nuevos males... La vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen; todos los males del mundo se habían extendido por la tierra y solo la esperanza quedó oculta en el fondo del arca, de Pandora”.
Por esa desesperanza y sin fe alguna, el poder de la corrupción y la impunidad se entronizaron en nuestra saqueada patria.
Olvidamos los valores, arrastramos la ética y desconocemos la honradez.
“La moral es una de esas cosas que nos diferencian de los animales y que, a veces, nos olvidamos cultivar”, por eso “allí donde no hay justicia es peligroso tener razón”. “De tanto ver triunfar las nulidades, de tanto ver prosperar la deshonra, de tanto ver crecer la injusticia, de tanto ver agigantarse los poderes en manos de los malos, el hombre llega a desanimarse de la virtud, a reírse de la honra, a tener vergüenza de ser honesto” escribió Ruy Barbosa de Oliveira y lo que nos pasa, de tanto vivir este remedo de democracia sin visión ni misión de futuro somos espectadores estupefactos de andanzas y triquiñuelas con las que nos burlan por desear hablen con la verdad y de verdad actúen con decencia y civilidad que es de lo que menos tienen.
Eso de Pandora se gestó pando a propósito de los despropósitos de nuestra justicia, escándalo, silencio, gozo y nadie al Pozo. Todos son de la misma cofradía. Bien a la medida, con sesgo mediático real o supuesto de los medios a presentar determinadas noticias que van a informar de forma poco equilibrada.
A diferencia de la Sra. Rosa, que fue exhibida sin recato estos imputados aparecieron encapuchados, jurando inocente convincente y conveniente santidad.
Ninguno sabe del dinero aparecido. Pero lo “invirtieron”. Carajo y el pueblo nunca se encuentra una huaquita. El fiscal “cinco estrellas”, mudo.
Lo del transporte también se veía venir y se cargaron al usuario, entre el gobierno y los dueños de buses.
El pueblo aguanta todo, hasta las firmas de compromisos de transparencia y anticorrupción Total, que más da si a los pandos los “despandearon” cuando pandearon a Pandora.
