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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un paso al frente junto a su país con el fin de comprometerse con una salida del agujero político y económico que está atravesando nuestro pueblo y prueba de ello está dispuesto a apoyar esfuerzos adicionales con nuestra nación para tratar de garantizar la integridad y solidez del sistema financiero hondureño; así como mejorarla transparencia, el Estado de derecho y combatir la impunidad, con el objetivo de acorralar la paralizante corrupción.

Es quizá por ello que ha designado a Francisco Palmieri como embajador, que es un diplomático con más de 30 años de experiencia y que actualmente ejerce funciones de secretario de Estado adjunto para Latinoamérica. El señor Palmieri posee una maestría en estudios estratégicos internacionales del National War College. Obteniendo una formación en ciencias políticas de la Universidad de Princeton y de la Escuela de Asuntos Públicos Lyndon B. Johnson de la Universidad de Texas.

Paco, como es conocido por su más cercanos, ha sido el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, donde fue director de Política, Planificación y Coordinación. De igual forma estuvo a cargo como diplomático en diferentes países. Igualmente, probado en fuego cuando dirigió la Oficina de Programas del Bureau Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) para América Latina y el Caribe; así como director de la Oficina de (INL) en la Embajada de Bagdad en 2010-2011; también, director de la Oficina del Cercano Oriente y de Asia del Sur y Meridional en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL). Se puede observar su pericia en el mundo de la política, así como sus contribuciones en el desarrollo de una diplomacia más diáfana.

En los últimos años, Palmieri ha ejecutado una agitada agenda en América Latina y ha hecho un recorrido por varios países de América del Sur. Con objeto de adentrase en las turbias aguas de las democracias fallidas y fortalecer los lazos y la cooperación bilateral. Desde luego, que es meritorio mencionar algunas palabras de Eduardo Galeano donde nos decía que “Hoy en día la gente ya no respeta nada. La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando el país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas”.

Tal es así que este hombre, convencido de la importancia política internacional, busca en los laberintos de estas patrias anegadas de miseria, vergüenza pública y saqueados por los corruptos del Estado y las violentas maneras de discutir los temas de país.

Por consiguiente, la cooperación de apoyo libra una lucha campal en la exploración de esa luz que en medio de la oscuridad busca más democracia y derechos humanos, mejorando iniciativas de colaboración en curso para perfeccionar la transparencia, promover la seguridad y combatir el crimen transnacional. Por lo tanto, a nuestros políticos se les hace difícil llegar a un acuerdo a fin de encontrar el bien común; de ahí que nos preguntamos con qué salsa nos comerán esta vez, hasta cuándo tendremos hombres y mujeres que se preocupen realmente por la nación y no por sus intereses. En fin, Palmieri solo necesita la confirmación del Senado, donde los Republicanos tienen mayoría y no será difícil conseguir la ratificación de él; puesto que, es un diplomático de carrera. Bienvenido Sr. Paco, a nuestra tierra llena de desigualdades sociales, en donde encontrará enemigos nacidos bajo las banderas de la ideología falaces que no remedia el camino desdichado; sin embargo, muchos amigos dispuestos a dar la batalla a fin de paliar de raíz la desgracia que destruyen esta región que crece torcida bajo la mala malva de la corrupción.