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Seis años disminuyendo las brechas de acceso a la salud de mujeres y niños

Adela vive en una pequeña aldea en la región de Copán. Tenía cinco hijos y en 2016 quedó embarazada de su sexto hijo.

Su situación es de extrema vulnerabilidad. Dio a luz a sus cinco primeros hijos en su cabaña de madera, sin ningún tipo de apoyo médico. Sin embargo, en julio de 2017, su sexto hijo nació en un centro de salud y su parto fue puntualmente controlado durante todo el embarazo y el puerperio.

Los consejos que recibió de un promotor de salud que visitaba regularmente su hogar evitaron que tanto la madre como el bebé corrieran graves riesgos para su salud.

El pasado 21 de julio de 2017, una madre de 37 años dio a luz en el Hospital San Felipe de Tegucigalpa. Todo fue bien, hasta que una severa hemorragia puso en riesgo su vida.

Los médicos del hospital actuaron con rapidez y gracias a la aplicación de un balón que se llena con agua y detiene el sangrado, la madre, que ya había perdido la consciencia, logró salvar la vida. Además, esta intervención evitó que los médicos tuvieron que realizar una operación de histerectomía que le habría impedido tener más hijos en el futuro.

El destino de estas dos mujeres hondureñas cambió en 2017. Y no fue gracias al azar. Fue gracias al compromiso que la Secretaría de Salud de Honduras asumió el 23 de julio 2012 al integrarse a la Iniciativa Salud Mesoamérica, gestionada por el Banco Interamericano de Desarrollo, con el objetivo de apoyar al país en sus esfuerzos por acercar los servicios de salud de calidad a las mujeres y los niños más vulnerables.

Desde entonces, todos los niveles de la Secretaría de Salud de Honduras han innovado, se han marcado ambiciosas metas y han logrado grandes avances en cortos espacios de tiempo. Su trabajo y su esfuerzo ha logrado transformar el servicio público de salud de Honduras en favor de los más vulnerables del país.

Decisores políticos, médicos, directores de centros de salud, promotores, enfermeras y enfermeros, gestores de salud, auxiliares… Cientos de mujeres y hombres comprometidos durante más de seis años en trabajar para que 67,624 mujeres y 33,261 niños menores de cinco años de las regiones más pobres de Honduras reciban los servicios de salud que necesitan y se merecen.

La historia de éxito de Adela y de la madre que salvó su vida en el Hospital de San Felipe son el rostro de unos resultados que hace seis años parecían casi imposibles de lograr.

En el año 2013, solo el 68.6 por ciento de las mujeres de las zonas más vulnerables de Honduras daban a luz a sus hijos atendidas por personal médico calificado.

El pasado año, esta cifra ascendió al 84.7 por ciento. En 2013, solo el 59.2 por ciento de las mujeres embarazadas recibían atención prenatal durante el primer trimestre del embarazo. Ahora la cifra es ya del 89%.

En 2013, la atención posparto en los siete primeros días tras el nacimiento era solo del 47 por ciento entre las mujeres más pobres; ahora es del 60.4 por ciento.

En 2013, solo un diez por ciento de las complicaciones neonatales eran atendidas de acuerdo con la norma médica.

Ahora esta cifra es ya del 42.9 por ciento. Estas cifras se han documentado tras una exhaustiva medición realizada el pasado año por Instituto para la Evaluación de Métricas para la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) que incluyó una encuesta en 90 centros de salud y 2,439 hogares.

Detrás de estas cifras está el trabajo de la Secretaría de Salud y de unos trabajadores públicos comprometidos con dar un mejor servicio a los ciudadanos, el compromiso de unos cooperantes privados y públicos (la Fundación Carlos Slim, la Fundación Bill & Melinda Gates y el Gobierno de España) y la labor de coordinación y gestión de un organismo multilateral como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La Iniciativa Salud Mesoamérica es un modelo de desarrollo innovador y eficaz basado en la confianza de unos socios públicos y privados comprometidos y enfocados hacia un mismo resultado: eliminar las brechas de salud que afectan a las mujeres y los niños más pobres de Mesoamérica.

El proyecto está fundamentado en un modelo de financiamiento basado en resultados; los cooperantes y el BID aportan el 50 por ciento del capital y el otro 50 por ciento lo aporta el país. Si el país cumple con las metas negociadas, recibe un premio equivalente al 50 por ciento de su contribución original y los gobiernos pueden invertir este dinero libremente en el sector salud de sus países.

En este caso, además de haber recibido 7.5 millones de dólares para operar las acciones desde 2012, el Gobierno de Honduras va a recibir este año 1.75 millones de dólares por cumplir con los objetivos acordados en la segunda operación. Esta cantidad se suma a los dos millones de dólares que recibió en 2015 tras cumplir con los objetivos acordados en la primera operación.

La Iniciativa Salud Mesoamérica aporta un plus a este modelo. Este plus se ha logrado estableciendo una relación de confianza con los gobiernos nacionales y aportando una asistencia técnica innovadora, eficaz y medible.

La Secretaría de Salud de Honduras ha sido un formidable socio que ha asumido los riesgos de innovar, experimentar, fracasar, acertar y medir, siempre en favor de las mujeres y los niños más desfavorecidos del país.

Buena prueba de ello ha sido la formación de más de 330 profesionales médicos para aplicar el balón intrauterino para evitar muertes por hemorragias posparto en los centros de salud y hospitales del país; la implementación del proyecto Redes con una red de voluntarios equipados con dispositivos móviles que atiende a más de 3,000 familias que viven en pobreza en 154 municipios de Copán; la creación del programa Madre Estrella, que fomenta los controles durante el embarazo y el parto institucional. Todos ellos proyectos innovadores que han logrado salvar y mejorar las vidas de miles de mujeres del país.

Los resultados invitan al optimismo. Pero somos conscientes que aún queda mucho por hacer.

Por eso, a partir de este año el Gobierno de Honduras iniciará la tercera operación con la Iniciativa Salud Mesoamérica con el objetivo de seguir acercando los servicios de salud de calidad a mujeres como Adela y sus seis hijos en Copán, que día a día siguen demandando y mereciendo los mejores servicios de salud públicos.