Columnistas

Preparando el nuevo escenario comercial entre Corea-Centroamérica

El pasado 21 de febrero del presente año se firmó en Seúl, República de Corea, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea y cinco países de Centroamérica (Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). Este TLC abre cabida a un aumento significativo en el intercambio de bienes y servicios entre los países suscriptores, por lo que son muchos los empresarios hondureños y coreanos que han observado detenidamente este proceso de gran interés en la actualidad.

Las negociaciones del TLC entre Corea – Centroamérica comenzaron en junio del 2015, donde se llevaron a cabo en su totalidad siete negociaciones que fueron finalmente concluidas en noviembre de 2016 en Managua, Nicaragua. Seguidamente, en marzo del 2017 se concluyeron las revisiones legales con la inicialización o firma preliminar del TLC, y tras la firma oficial que se realizó el 21 de febrero del 2018, solo ha quedado restante el proceso de ratificación en cada uno de los congresos o asambleas de los países suscriptores.

Cabe destacar que a lo largo de los años Corea ha firmado 15 TLC con 52 países, entre ellos algunos de América Latina como Perú, Chile y Colombia. En el año 2016 Corea logró posicionarse como la 7º economía de mayor exportación en el mundo y la 11º economía a nivel global. Por esta razón, mi país siempre ha trabajado por nuevas formas de crear y fortalecer relaciones comerciales con otras naciones a través de la apertura de su mercado.

Al respecto, el significado de este TLC es muy característico debido a que es la primera vez que la región centroamericana se suscribe a un acuerdo de libre comercio con un país asiático, y que al mismo tiempo es un intento de ganar-ganar ya que sus principales productos comerciales son mutuamente complementarios. Por esta razón, este TLC entre Corea y Centroamérica va a ser un nuevo motor para el incremento en sus economías.

Con este TLC, Corea espera otorgar un acceso de mercado sin arancel para aproximadamente el 80.1% del comercio de Honduras, el 15.5% en desgravación en plazos de 3, 5, 7, 9, 10, 12, 15 y 16 años, y un 4.4% en exclusión. Especialmente, Corea eliminará el arancel inmediato sobre el café, azúcar crudo, arneses eléctricos y textil-confección. Mientras que el banano en una desgravación de cinco años, la piña y cigarrillos en siete años y para el melón en nueve años, por lo que los coreanos podrán disfrutar de los productos agrícolas hondureños con un precio mucho más económico.

Por el otro lado, Honduras espera otorgar un libre comercio a aproximadamente el 28% del universo arancelario de Corea, el 65% en desgravación de 5, 8, 10, 15 y 16 años, y un 7% en exclusiones. Por ejemplo, Honduras eliminará el arancel inmediato a los vehículos de carga, repuestos automotrices y llantas. Mientras que a los vehículos automóviles en una desgravación de ocho años, por ello los hondureños podrán comprar los productos coreanos a un precio mucho más accesible. Además, este TLC mejorará el ambiente de negocio entre las empresas hondureñas y coreanas, eliminando las barreras no arancelarias y protegiendo a los inversionistas extranjeros.

Tal es el impacto que todos nos mantenemos expectantes ante este proceso que esperamos entre en vigor en este año, y que indudablemente mejorará el ambiente de negocios entre los miembros. Las esperanzas de este tratado van desde las posibilidades para Honduras de tener un mayor acceso a un mercado de 51 millones de personas con un ingreso per cápita de alrededor de $30,000 y la desgravación para buscar un incremento sustancial en las balanzas comerciales de Corea y Honduras.

Para que Honduras aproveche esta gran oportunidad comercial valdrían la pena, tanto para el gobierno como las empresas privadas de Honduras, fortalecer sus capacidades de mercadeo, activamente participando en las ferias internacionales celebradas en Corea y analizando las características de los consumidores coreanos con el fin de entender mejor su nuevo mercado. De esta manera, estoy seguro de que este nuevo escenario comercial traerá grandes beneficios en el comercio, inversión y empleo para ambos países, contribuyendo al crecimiento económico que servirá en una relación futura más consolidada por la amistad entre los países miembros